Un día más, sesión de pocos movimientos y bajo volumen negociado, típica de la temporada de verano en la que nos encontramos. Escasas referencias macro y microeconómicas de la jornada. Los selectivos europeos se encuentran en importantes zonas de resistencia, sin fuerza por ahora para ser perforadas.
Eurostoxx 50
La jornada comenzó con caídas en las bolsas asiáticas, arrastradas por los fuertes descensos en el Nikkei japonés que cayó un 4%. Yoji Takeda, director del equipo de gestión de RBC Investment, afirmaba: "Los mercados están entrando en un período de incertidumbre. Hay un vacío político en Japón y el gobierno no va a adoptar nuevas políticas hasta que el Parlamento reanude las sesiones en septiembre. Mientras que el estrechamiento posible del estímulo en los EE.UU. está más o menos descontado, la gente será un poco cautelosa hasta que suceda."
Las bolsas europeas valoraban las caídas ayer en Wall Street, y los fuertes descensos en Japón, cotizan en preapertura con descensos cercanos al medio punto porcentual. Antes de esa apertura conocíamos el déficit comercial de Francia en julio, que se situaba en 4.400 millones de euros frente 5.000 millones de euros previstos. No tuvo efecto en el mercado.
La apertura europea finalmente se situó mejor que lo que apuntaba, con descensos del 0,20%, que fueron recuperados en la primera hora de contratación. El volumen era muy bajo, y los inversores preferían mantenerse al margen. "No hay fuerzas para romper resistencias, pero nadie quiere vender", nos comentaba un operador a media sesión.
Una de las principales referencias de la jornada era las previsiones que el Banco de Inglaterra, a través de su gobernador Mark Carney, hacía sobre la economía e inflación del Reino Unido.
Lo más destacado fue sin duda su afirmación sobre que el Banco de Inglaterra mantendría los tipos de interés a los bajos niveles actuales al menos hasta que la tasa de paro no caiga por debajo del 7%, y que si fuera necesario, aumentarían su compra de bonos del gobierno. Medidas muy similares a las anunciadas por la Reserva Federal de EE.UU. Positivas para la economía y el mercado de valores del Reino Unido, aunque no tuvieron efecto en el mercado.
Posteriormente conocíamos el buen dato de producción industrial de Alemania en junio, con un incremento del 2,4% frente el 0,3% esperado y el -1% del mes anterior. Muy buen dato, que como en el caso anterior, no tuvo efecto en el mercado de valores.
Lo que sí refuerza es la visión de que Europa está saliendo definitivamente de la recesión, y quizás a una tasa de crecimiento mayor de la esperada. Así lo creen también los inversores internacionales, que están incrementando sus apuestas en el mercado de valores europeo. En el mes de junio, los fondos de valores europeos recibían una entrada neta de dinero internacional de 1.300 millones de dólares.
De cualquier forma, ante los niveles de resistencia a los que se enfrentan, y con una bolsa de EE.UU. en plena recogida de beneficios, es normal que veamos cierta reticencia a la hora de tomar posiciones compradas.
Respecto a Wall Street, se están incrementando las dudas sobre si el mercado ya ha descontado el próximo estrechamiento monetario, esperado para otoño. Algunos analistas consideran que sí, y que las caídas de los últimos días son simplemente una toma de beneficios, mientras que otros analistas no están tan seguros.
La bolsa americana cotiza a ratios muy exigentes. Independientemente de si el estrechamiento se produce en septiembre o a finales de año, los inversores deben empezar a analizar los ratios de valoración y el crecimiento esperado para las empresas. Y estos nos sugieren precaución. Somos partidarios de tomar posiciones en el mercado de valores europeo, antes que en EE.UU., como hemos publicado en diversas ocasiones.
Para finalizar este cierre de mercado, publicar el escenario actual que plantea Capital Bolsa, y la estrategia operativa recomendada:
Los mercados se están moviendo al alza recientemente por 4 causas principales:
1. Unos datos macroeconómicos en Europa que sugieren que la economía ha tocado fondo en el primer semestre del año y que estamos en la senda de una ligera recuperación que se afianzará a lo largo de 2013 y 2014. En este sentido a destacar los últimos datos PMI, encuestas de sentimiento y datos preliminares de PIB en España e Italia, que señalan una pronta salida de la recesión.
2. Los bancos centrales siguen respaldando la recuperación y solo comenzarán a reducir los estímulos si hay señales claras de un crecimiento sostenible. En este sentido, la gran incertidumbre es cuándo y en qué grado comenzará a reducir los estímulos la Reserva Federal. Este debate ha estado en el mercado durante varios meses y creemos que el mercado ya ha descontado en gran medida este hecho, aunque seguirá inyectando volatilidad en el mercado hasta que no se haga presente. Por su parte, el Banco Central Europeo está mandando mensajes que apuntan a que no le temblará la mano a la hora de adoptar más estímulos si fueran necesarios, siempre que las perspectivas de inflación lo permitan.
3. Los resultados empresariales han sido sólidos tanto en Europa como en Wall Street. Casi el 70% de las compañías del S&P 500 han superado las estimaciones, si bien es cierto que la gran base del crecimiento viene del sector financiero y el resto se encuentra acorde con una economía con un crecimiento moderado.
4. Las expectativas no señalan un hard-landing en China. Las medidas adoptadas por las autoridades chinas han tranquilizado a los mercados. Primero, señalando que las reformas para redirigir la economía del país, que impactan en el crecimiento económico, estarán limitadas a un crecimiento mínimo del 7%. Segundo, se está atajando el exceso de capacidad de la industria doméstica. Y tercero, las autoridades comienzan a controlar el endeudamiento local y el sector bancario en la sombra.
Estas cuatro variable positivas han provocado una reacción positiva en los inversores y los mercados de acciones europeos se han dirigido a la zona de máximos anuales. Ahora estamos en una fase donde las "no noticias" son buenas noticias y a falta de sorpresas negativas es de esperar que la tendencia alcista continúe y no sería de extrañar ver los 9.500 puntos de Ibex en el segundo semestre del año.
Existen riesgos que ponen en peligro este escenario moderadamente optimista, que van desde una subida incontrolada de los rendimientos de los bonos al estallar la burbuja en algunos mercados "core", riesgos políticos en los países periféricos (Portugal, Italia, Grecia y España), hard landing en China, el próximo debate en Estados Unidos sobre el techo de deuda, capitulación compradora en Wall Street, hasta un fracaso en la recuperación cíclica de la economía europea y vuelta a la recesión. Si estos riesgos o parte de ellos se materializan, el Ibex 35 volvería a la parte del rango lateral que lleva desarrollando desde septiembre de 2012.
Desde un punto de vista técnico, la salida al alza del rango 7500-8755 debería marcarnos el sentido del mercado en el medio plazo. La superación de los 8755 nos dejaría un objetivo teórico entre 9500 y 10000. Por el contrario, la pérdida de los 7500 nos marcaría un objetivo bajista 6800-6300. Desde un punto de vista táctico, nuestra recomendación es operar en el rango de trading de los últimos trimestres comprando en la base de 7800-7500 y vendiendo en 8600-8750. La salida del rango anteriormente descrito (7500-8755) nos dejaría una posición neta alcista/bajista dependiendo del sentido de la ruptura.
Bajo este escenario, nuestros top picks dentro de una cartera modelo son: Telefónica, Santander, Repsol, Técnicas Reunidas, CAF, Ebro y Popular.
2. Los bancos centrales siguen respaldando la recuperación y solo comenzarán a reducir los estímulos si hay señales claras de un crecimiento sostenible. En este sentido, la gran incertidumbre es cuándo y en qué grado comenzará a reducir los estímulos la Reserva Federal. Este debate ha estado en el mercado durante varios meses y creemos que el mercado ya ha descontado en gran medida este hecho, aunque seguirá inyectando volatilidad en el mercado hasta que no se haga presente. Por su parte, el Banco Central Europeo está mandando mensajes que apuntan a que no le temblará la mano a la hora de adoptar más estímulos si fueran necesarios, siempre que las perspectivas de inflación lo permitan.
3. Los resultados empresariales han sido sólidos tanto en Europa como en Wall Street. Casi el 70% de las compañías del S&P 500 han superado las estimaciones, si bien es cierto que la gran base del crecimiento viene del sector financiero y el resto se encuentra acorde con una economía con un crecimiento moderado.
4. Las expectativas no señalan un hard-landing en China. Las medidas adoptadas por las autoridades chinas han tranquilizado a los mercados. Primero, señalando que las reformas para redirigir la economía del país, que impactan en el crecimiento económico, estarán limitadas a un crecimiento mínimo del 7%. Segundo, se está atajando el exceso de capacidad de la industria doméstica. Y tercero, las autoridades comienzan a controlar el endeudamiento local y el sector bancario en la sombra.
Estas cuatro variable positivas han provocado una reacción positiva en los inversores y los mercados de acciones europeos se han dirigido a la zona de máximos anuales. Ahora estamos en una fase donde las "no noticias" son buenas noticias y a falta de sorpresas negativas es de esperar que la tendencia alcista continúe y no sería de extrañar ver los 9.500 puntos de Ibex en el segundo semestre del año.
Existen riesgos que ponen en peligro este escenario moderadamente optimista, que van desde una subida incontrolada de los rendimientos de los bonos al estallar la burbuja en algunos mercados "core", riesgos políticos en los países periféricos (Portugal, Italia, Grecia y España), hard landing en China, el próximo debate en Estados Unidos sobre el techo de deuda, capitulación compradora en Wall Street, hasta un fracaso en la recuperación cíclica de la economía europea y vuelta a la recesión. Si estos riesgos o parte de ellos se materializan, el Ibex 35 volvería a la parte del rango lateral que lleva desarrollando desde septiembre de 2012.
Desde un punto de vista técnico, la salida al alza del rango 7500-8755 debería marcarnos el sentido del mercado en el medio plazo. La superación de los 8755 nos dejaría un objetivo teórico entre 9500 y 10000. Por el contrario, la pérdida de los 7500 nos marcaría un objetivo bajista 6800-6300. Desde un punto de vista táctico, nuestra recomendación es operar en el rango de trading de los últimos trimestres comprando en la base de 7800-7500 y vendiendo en 8600-8750. La salida del rango anteriormente descrito (7500-8755) nos dejaría una posición neta alcista/bajista dependiendo del sentido de la ruptura.
Bajo este escenario, nuestros top picks dentro de una cartera modelo son: Telefónica, Santander, Repsol, Técnicas Reunidas, CAF, Ebro y Popular.