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Hernán Lorenzino, ministro de Economía, aseguró este mediodía durante el plenario de las comisiones de Presupuesto y Economía de la Cámara de Senadores que el proyecto de ley de reapertura del canje que envió la Casa Rosada al Congreso "mantiene el compromiso de no ofrecer nada mejor" que lo que recibieron los acreedores que ingresaron a los canjes de 2005 y 2010, y aseguró que es la misma propuesta que se presentó ante la Cámara de Apelaciones de Nueva York en marzo pasado.
El jefe del Palacio de Hacienda también aclaró que la propuesta de canjear los bonos reestructurados emitidos bajo legislación extranjera por otros equivalentes, pero regidos por la legislación local, "de ninguna manera debe ser tomada como una decisión unilateral" de alterar ningún mecanismo de pago sino que es "una opción voluntaria" para los acreedores que crean conveniente renunciar a los derechos que les da la ley estadounidense y aceptar las mismas condiciones bajo las leyes argentinas, para evitar posibles embargos.
Lorenzino destacó que el objetivo es eliminar la incertidumbre en cuanto a los pagos futuros de servicios, "no es un intento de evadir a la justicia de Estados Unidos sino una propuesta concreta de ratificar la política llevada hasta ahora" por el Gobierno en cuanto a pagos de deuda.
Y agregó que la propuesta es un nuevo intento por "demostrar que existe una profunda vocación de los argentinos de seguir haciendo frente a los compromisos asumidos".
El funcionario llegó a la Cámara de Senadores junto a Axel Kicillof, secretario de Política Económica, para presentar el proyecto de ley de reapertura del canje de deuda para el 7 por ciento de los acreedores que no accedieron a los canjes de 2005 y 2010, como lo anunció la presidenta Cristina Fernández de Kirchner el lunes pasado.
El funcionario recordó que al 93 por ciento de los tenedores de deuda que aceptaron los canjes, se les aplicaron quitas sustanciales sobre el valor de sus títulos. Pero remarcó que también obtuvieron ganancias importantes con los nuevos bonos.
El ministro de Economía reiteró que los títulos por los que demandan al país los "fondos buitres" fueron comprados siste años después de declarado el default: "El Fondo Elliot compró en 2008 deuda por unos 400 millones de dólares a 40 millones de dólares y pretende cobrar por esos 40 millones que gastó, 720 millones de dólares, 1.400 por ciento sobre lo gastado. A eso se está oponiendo Argentina en la Corte de Nueva York".
Para Lorenzino, el pago a esos fondos en condiciones distintas a las fijadas en el canje generaría reclamos judiciales por parte de quienes aceptaron la reestructuración. "Si nosotros hiciéramos esto en abierta contradicción a lo que propuso este Congreso en 2005 y 2010, estaríamos expuestos a un pedido de reparación acá, en los tribunales de acá, lo que sería totalmente lógico que sucediera", explicó.
El ministro de Economía aseguró que con este proyecto el Gobierno busca una solución definitiva, "y el único instrumento que tenemos para eso son las ofertas que les hicimos a los participantes de los canjes de 2005 y 2010".
Por eso remarcó que "el mensaje es que quién quiera cobrar en términos absolutamente equitativos al 93 por ciento que aceptó el canje, deberá sumarse al canje. Y quienes quieran seguir haciendo juicio, nos verán haciéndoles frente con todas las herramientas legales a nuestro alcance".
A su turno, Kicillof remarcó que "Argentina no debe caer en la trampa del sistema financiero de pagar deuda con más deuda", al tiempo que calificó la reapertura del canje como una propuesta "generosa y equitativa con un estricto criterio de justicia".
Lorenzino destacó que el objetivo es eliminar la incertidumbre en cuanto a los pagos futuros de servicios, "no es un intento de evadir a la justicia de Estados Unidos sino una propuesta concreta de ratificar la política llevada hasta ahora" por el Gobierno en cuanto a pagos de deuda.
Y agregó que la propuesta es un nuevo intento por "demostrar que existe una profunda vocación de los argentinos de seguir haciendo frente a los compromisos asumidos".
El funcionario llegó a la Cámara de Senadores junto a Axel Kicillof, secretario de Política Económica, para presentar el proyecto de ley de reapertura del canje de deuda para el 7 por ciento de los acreedores que no accedieron a los canjes de 2005 y 2010, como lo anunció la presidenta Cristina Fernández de Kirchner el lunes pasado.
El funcionario recordó que al 93 por ciento de los tenedores de deuda que aceptaron los canjes, se les aplicaron quitas sustanciales sobre el valor de sus títulos. Pero remarcó que también obtuvieron ganancias importantes con los nuevos bonos.
El ministro de Economía reiteró que los títulos por los que demandan al país los "fondos buitres" fueron comprados siste años después de declarado el default: "El Fondo Elliot compró en 2008 deuda por unos 400 millones de dólares a 40 millones de dólares y pretende cobrar por esos 40 millones que gastó, 720 millones de dólares, 1.400 por ciento sobre lo gastado. A eso se está oponiendo Argentina en la Corte de Nueva York".
Para Lorenzino, el pago a esos fondos en condiciones distintas a las fijadas en el canje generaría reclamos judiciales por parte de quienes aceptaron la reestructuración. "Si nosotros hiciéramos esto en abierta contradicción a lo que propuso este Congreso en 2005 y 2010, estaríamos expuestos a un pedido de reparación acá, en los tribunales de acá, lo que sería totalmente lógico que sucediera", explicó.
El ministro de Economía aseguró que con este proyecto el Gobierno busca una solución definitiva, "y el único instrumento que tenemos para eso son las ofertas que les hicimos a los participantes de los canjes de 2005 y 2010".
Por eso remarcó que "el mensaje es que quién quiera cobrar en términos absolutamente equitativos al 93 por ciento que aceptó el canje, deberá sumarse al canje. Y quienes quieran seguir haciendo juicio, nos verán haciéndoles frente con todas las herramientas legales a nuestro alcance".
A su turno, Kicillof remarcó que "Argentina no debe caer en la trampa del sistema financiero de pagar deuda con más deuda", al tiempo que calificó la reapertura del canje como una propuesta "generosa y equitativa con un estricto criterio de justicia".
nosis
