Entradas
Como una importante señal en defensa de la libre competencia, que restablecerá la fluidez del mercado del maíz, calificó el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Patricio Crespo, la decisión de la Comisión Nacional de Distorsiones de Precios de recomendar una sobretasa de 10,8% al ingreso de maíz partido subsidiado desde Argentina.
La medida antidumping fue acordada ayer por la entidad y comunicada hoy al gremio agrícola. La SNA venía solicitando esta determinación desde octubre del año pasado para corregir la distorsión que provoca el ingreso de maíz partido trasandino a un precio subsidiado. Todo esto, producto de las políticas comerciales que aplica el vecino país para controlar los precios internos y las exportaciones.
El timonel de la SNA destacó que esta sobretasa resuelve el tema de fondo, el dumping argentino, y alivia la situación de más de 17 mil pequeños y medianos productores que sólo en 2012 -y en ausencia de una sobretasa- perdieron $18.597 millones (aproximadamente US$ 40 millones) por concepto de menores ingresos. En lo inmediato, Crespo agregó que esta determinación destrabará el inicio de la comercialización de las cosechas, inmovilizada ante la falta de señales de precios y definiciones de la CDNP.
"Estamos muy satisfechos con la sobretasa adoptada para el ingreso de maíz partido trasandino. Ahora nuestros productores podrán competir de manera más justa con sus pares argentinos. No obstante esto y con el fin de evitar que se perfore esta medida, solicitamos a Aduanas que actúe con el mayor celo en la fiscalización del ingreso de las mezclas que proceden de Argentina", afirmó Crespo.
"Seguimos atentos a las decisiones que debiera adoptar en los próximos días la CNDP para resolver en favor de la solicitud de salvaguardia al maíz grano que fue planteada por los agricultores del sur", agregó el presidente de la SNA.
¿Cómo funcionan las distorsiones?
La ventaja artificial de los productos argentinos se logra mediante dos vías. Primero, a través de la aplicación de impuestos diferenciados a las exportaciones, que corresponden a un 20% en caso de maíz grano y un 11,6% al maíz partido. De este modo, el grano "elaborado" (maíz partido) goza de una ventaja para la exportación correspondiente a un diferencial de 8,4%. Esto es 11,6% en lugar de 20%, lo que incentiva a exportarlo partido para ahorrarse ese diferencial.
Segundo, mediante un control cuantitativo de la exportación de productos básicos, entre otros de maíz grano. Así, el gobierno decide cuánto y en qué momento se puede exportar, lo que provoca abundancia en el mercado interno, hace bajar los precios y favorece la producción de maíz partido con materia prima barata (maíz).
¿Cómo impacta esto al sector maicero local?
Las importaciones de maíz partido subsidiado, y más barato que su materia prima (el maíz grano), hace caer el precio interno del grano a un valor similar al del maíz partido subsidiado. Ante esto se reduce artificialmente la demanda por maíz nacional y, con ello, los maiceros chilenos reciben un precio castigado. Entonces, los agricultores locales producen en condiciones plenamente competitivas y sin embargo al momento de vender su producción le pagan un precio subsidiado.
La CNDP, al recomendar una sobretasa de 10,8% al maíz partido que viene desde Argentina, está reconociendo la presencia de dumping y, como consecuencia de ello, la existencia de un daño a los productores nacionales de maíz. La sobretasa lo que hace es, precisamente, corregir esta distorsión y evitar el daño a un importante grupo de agricultores.
Según el Departamento de Estudios de la SNA, durante la cosecha pasada el precio interno del maíz fue $12/kilo más bajo del que hubiese sido en ausencia de distorsiones. A ese precio, la gran mayoría de los productores medianos y pequeños no lograron cubrir sus costos. Esto generó un daño estimado de $18.597 millones (aproximadamente US$ 40 millones), por los menores ingresos que recibieron estos productores.
terra
terra
