Standard & Poor's Ratings Services (S&P) revisó hoy la perspectiva de las calificaciones soberanas de largo plazo de México de estable a "positiva", al tiempo que confirmó sus calificaciones soberanas en moneda extranjera de largo y corto plazo en "BBB" y "A-2", respectivamente.
"Las calificaciones de México reflejan el historial del gobierno de aplicar cautelosas políticas monetarias y fiscales que contribuyeron a que el país tenga bajos déficit gubernamentales y niveles de inflación, impulsaron la resistencia económica y contuvieron los niveles de deuda externa y fiscal", justificó la agencia de medición de riesgos.
A su vez, la perspectiva positiva de la nota refleja "una mayor probabilidad entre tres de que el gobierno logre avanzar exitosamente políticas que fortalezcan más el margen de maniobra fiscal de México y su panorama de crecimiento en el mediano plazo".
En ese marco, S&P advirtió que las calificaciones soberanas de México están acotadas por una "limitada flexibilidad fiscal" y por "perspectivas de crecimiento económico modesto en el mediano plazo".
"Aproximadamente 35 por ciento de los ingresos presupuestarios totales proviene del sector petrolero, lo que deja vulnerable al gobierno ante la volatilidad en los precios del petróleo y ante una potencial caída en la producción petrolera en el mediano plazo, especialmente en tanto la base tributaria no petrolera siga siendo baja", evaluó la agencia.
Agregó que desde que asumió la presidencia mexicana en diciembre último, la administración de Enrique Peña Nieto "ratificó su compromiso con las políticas para reforzar la estabilidad macroeconómica, mejorar la competitividad y productividad en la economía y para fortalecer las cuentas fiscales de México".
"Anteriores administraciones afrontaron dificultades para aprobar reformas durante la última década, dada su propia naturaleza polémica y la necesidad de coordinar entre los partidos en un Congreso mexicano dividido, como todavía es el caso actualmente. Consideramos que el gobierno ahora tiene una mayor probabilidad que antes de obtener la aprobación para tales políticas, debido en parte al capital político más fuerte del Presidente. Sin embargo, la aprobación no está asegurada en absoluto".
En opinión de S&P, la capacidad de la administración que lidera Peña Nieto para capitalizar este impulso político durante sus primeros 12-18 meses de gestión "será crucial para la calificación crediticia futura de México".
A su vez, la perspectiva positiva de la nota refleja "una mayor probabilidad entre tres de que el gobierno logre avanzar exitosamente políticas que fortalezcan más el margen de maniobra fiscal de México y su panorama de crecimiento en el mediano plazo".
En ese marco, S&P advirtió que las calificaciones soberanas de México están acotadas por una "limitada flexibilidad fiscal" y por "perspectivas de crecimiento económico modesto en el mediano plazo".
"Aproximadamente 35 por ciento de los ingresos presupuestarios totales proviene del sector petrolero, lo que deja vulnerable al gobierno ante la volatilidad en los precios del petróleo y ante una potencial caída en la producción petrolera en el mediano plazo, especialmente en tanto la base tributaria no petrolera siga siendo baja", evaluó la agencia.
Agregó que desde que asumió la presidencia mexicana en diciembre último, la administración de Enrique Peña Nieto "ratificó su compromiso con las políticas para reforzar la estabilidad macroeconómica, mejorar la competitividad y productividad en la economía y para fortalecer las cuentas fiscales de México".
"Anteriores administraciones afrontaron dificultades para aprobar reformas durante la última década, dada su propia naturaleza polémica y la necesidad de coordinar entre los partidos en un Congreso mexicano dividido, como todavía es el caso actualmente. Consideramos que el gobierno ahora tiene una mayor probabilidad que antes de obtener la aprobación para tales políticas, debido en parte al capital político más fuerte del Presidente. Sin embargo, la aprobación no está asegurada en absoluto".
En opinión de S&P, la capacidad de la administración que lidera Peña Nieto para capitalizar este impulso político durante sus primeros 12-18 meses de gestión "será crucial para la calificación crediticia futura de México".
nosis