Las familias y empresas que se declararon en concurso de acreedores (suspensión de pagos y quiebras) ante la imposibilidad de afrontar sus pagos y deudas sumaron 8.726 durante 2012, lo que supone un repunte del 27,1% respecto a 2011, según la Estadística de Procedimiento Concursal del Instituto Nacional de Estadística (INE).