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Antes de que comience el motor show, Chevrolet había presentado la séptima generación del Corvette. De ante mano se mencionó que sería la estrella indiscutida del salón. Error. Ford presentó el anticipo del próximo F-150: el Atlas Concept. Para entender el por qué una pick-up es uno de los principales atractivos de este evento, hay que tener en cuenta el contexto: es el modelo más vendido de Estados Unidos, aún por encima de cualquier auto. Un ejemplo de esta tendencia es que en el último año patentó 645.316 unidades, contra las 404.886 del Toyota Camry, el segundo de los “best sellers”. Ahora sí, está todo dado para repasar en detalle esta tecnológica pick-up.
La idea principal de esta Altas es reducir el consumo, algo no tan sencillo para vehículos de semejante porte. Para esto, Ford introdujo en ella una nueva generación de motores EcoBoost con una cilindrada baja que contrasta con la usanza americana, inyección directa a nafta y turbocompresor. Además incorpora el sistema “Stop&Start”, inédito para un vehículo de este tipo en EE.UU. Todos estos elementos reducen un 20% el consumo de carburante y un 15% las emisiones de CO2.
Por fuera es innegable el aspecto “futurista” de esta “chata”. Los faros al menos así lo reflejan, los cuales están divididos en dos pequeños a cada lado de la gigantesca (y casi exagerada) parrilla totalmente cromada. Debajo de ellos se ubican los antiniebla, ubicados a los costados de la toma de aire, la cual sigue el diseño predominante. La tecnología aplicada sobre este Atlas Concept se nota en los laterales inferiores, en donde los estribos aparecen desde debajo de la carrocería para facilitar el ingreso al habitáculo.
Por dentro, el aire futurista se acentúa. Las butacas están tapizadas en piel y el espacio en las plazas traseras es realmente bueno. El tablero presenta cinco relojes de moderno diseño y la consola ubica en el centro una gran pantalla táctil, la cual no es la única, ya que también hay otra para las plazas traseras.
