Las agencias de calificación Standard & Poors y Moodys han advertido de que, a pesar de que el pacto fiscal alcanzado in extremis en EEUU representa un paso adelante, no es suficiente para garantizar el saneamiento de las cuentas públicas del país, por lo que mantienen su perspectiva negativa sobre el rating estadounidense, posición en la que coinciden con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que reclama más medidas para que no se ponga en peligro la frágil recuperación.