El experto de la ONU manifestó su preocupación por la incautación en Ghana de la fragata Libertad, una embarcación argentina retenida desde el pasado 2 de octubre tras una decisión de la justicia ghanesa que aceptó la demanda de embargo interpuesta por el fondo NML.
Lumina denunció que mientras la mayoría de los acreedores aceptaron un pago de la deuda a un valor nominal menor (del 30 por ciento), lo que permitiría al país recuperarse económicamente, "NML Capital rechazó participar en la reestructuración de deuda ofrecida por Argentina".
El experto recordó que según los Principios de las Naciones Unidas sobre Deuda Externa y Derechos Humanos "los acuerdos de préstamo deberían imponer claras restricciones sobre la venta o la asignación de deuda a terceras partes sin autorización previa del Estado prestatario implicado".
Asimismo, aseguró que estos Principios establecen que los acreedores "no deberían vender deuda soberana en el mercado secundario a acreedores que previamente han rechazado participar en una reestructuración de deuda".
"Desde el punto de vista de los derechos humanos, reducir las cargas de la deuda y aumentar la capacidad fiscal contribuyen a crear las condiciones necesarias para la consecución de todos los derechos humanos, particularmente los económicos, sociales y culturales", estimó Lumina.
El experto concluyó que la reestructuración de deuda exitosa de aquellos países profundamente endeudados "será imposible si los fondos buitre tienen permitido paralizar el alivio de la deuda". EFECOM