Desde que se conocieron las intenciones de Iberia de ajustar un 23% su plantilla con 4.500 despidos, amén de las rebajas salariales y cancelación de rutas, varios miembros del Gobierno han ido expresando públicamente su oposición a estos duros planes. Al principio pidieron “sensibilidad” y hoy el ministro Soria tacha de inaceptable que para ir de Madrid a La Habana haya que pasar por Londres.
El plan de ajuste incluye 4.500 despidos (el 23% de la plantilla), rebajas salariales de hasta el 47%, la supresión de 25 aviones y la reducción del 15% de la capacidad de operar de la compañía. UGT y CCOO, así como el sindicato de pilotos Sepla se unieron en un hecho sin precedentes para denunciar y protestar por lo que consideran un paulatino desmantelamiento de la compañía en beneficio de British Airways con quien Iberia se fusionó en el 2010.
La oposición a esta restructuración no solo se ciñe al ámbito sindical sino que han sido varios losmiembros del Gobierno que no han dudado ni un momento en criticarla públicamente.
El último ha sido el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, con estas palabras: “Es inaceptable que para ir desde España a La Habana (Cuba) haya que pasar por Londres” por lo que ha pedido a Iberia que mantenga sus líneas con Latinoamérica.
Iberia ha decidido suspender sus vuelos directos a Santo Domingo y La Habana a partir del 1 de abril de 2013 dentro del plan para eliminar las rutas más deficitarias. En opinión de Soria, Iberia debería seguir prestando sus servicios en las rutas a Latinoamérica porque este mercado es muy importante para España y para la compañía y no hay "ninguna razón" para que se pierda. Y ha añadido: "Le pido a la compañía que haga lo posible para que mantenga ese tipo de líneas", al tiempo que ha insistido en que "no tiene sentido" que para ir a Sudamérica no se pueda ir directamente desde Madrid o Barcelona y haya que pasar por alguna capital europea.
El ministro ha asegurado que respeta las decisiones internas que tome IAG, hólding resultantes de la fusión entre Iberia y British Airways, para su gestión, y ha añadido que se ha reunido con sus representantes para expresarles la profunda preocupación del Gobierno por la situación de la aerolínea española dentro del consorcio: "Les he pedido un esfuerzo para que se reconduzcan los problemas y se pueda llegar a un acuerdo entre las dos partes", ha apuntado Soria, quien ha recordado a la compañía que la nueva normativa laboral permite hacer ajustes en otras cuestiones que no sean el empleo
Asimismo, Soria ha calificado de "buena noticia" la decisión de los trabajadores de desconvocar la huelga prevista para diciembre y ha explicado que el objetivo del Gobierno es que "las partes implicadas en el conflicto negocien pactar donde sea necesario para lograr un acuerdo". El ministro ha pedido que las negociaciones entre los sindicatos y la dirección de la aerolínea acaben en un acuerdo que garantice la viabilidad de la compañía.
Al poco tiempo de conocerse el plan de ajuste, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, insistió en apelar a la "sensibilidad" de Iberia recordando que "el corazón de la reforma laboral es la flexibilidad y que se busquen todos los caminos -reduciendo jornadas, con movilidad geográfica, suspendiendo contratos-, todos, antes que despedir a ningún trabajador".
"Por eso le pido a Iberia y a los sindicatos y los representantes de los trabajadores de Iberia que utilicen la reforma laboral con flexibilidad para evitar despidos, que siempre son una tragedia personal y familiar pero, sobre todo, tiene implicaciones sociales para toda la sociedad española", recalcó.
La ministra de Fomento, Ana Pastor, instó a ambas parte al diálogo en distintas ocasiones y exigió a Iberia que siguiera siendo una empresa de capital español, que exprimiera las posibilidades de Barajas como hub y, en lo posible, mantuviera operaciones tanto dentro como fuera de España. Pastor también dijo en distintas ocasiones que haría lo posible por evitar la parálisis en el transporte y un daño para el turismo derivado de la huelga.
A estos argumentos se sumó también el ministro de Economía, Luis de Guindos, quien advirtió que Iberia es una compañía "estratégica" para España y que el conflicto es "dañino" para la marca España. De Guindos reiteró que el Gobierno estaría encima de esta batalla para propiciar el acuerdo.
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