El nuevo líder chino, Xi Jinping, prometió un "renacimiento de la nación china", en su segundo gran discurso tras su nombramiento hace 15 días al frente del Partido Comunista (PCCh) y del estamento militar.
En una visita, realizada ayer junto al resto de los siete miembros del Comité Permanente -órgano principal de dirección del Partido- a una exposición en Beijing sobre "El Camino a la Renovación", Xi aseguró que "nos encontramos en el punto más cercano al renacimiento de la nación china de cualquier momento en la historia reciente... y estoy seguro de que lograremos nuestra meta".
Se trata del segundo discurso relevante de Xi después del que pronunció el pasado día 15, una vez nombrado secretario general del PCCh, y en el que causó una buena impresión por su estilo directo.
En su intervención en el museo, Xi, quien el próximo año se convertirá en el jefe de Estado chino, insistió en que "la retórica vacía no sirve para nada. Sólo el trabajo duro puede lograr el renacimiento de una nación".
Con un tono nacionalista, el nuevo líder del país aludió a la historia china desde la Guerra del Opio del siglo XIX para asegurar que si una nación es débil se verá sujeta a las presiones de las demás y tan sólo el desarrollo puede fortalecerla.
"Es difícil encontrar el camino correcto, y continuaremos defendiendo nuestra causa con resolución", afirmó Xi, quien a diferencia de sus predecesores habló sin leer un discurso ya escrito, según despacho de Xinhua y EFE.
Desde su llegada al poder, el nuevo líder chino dio indicios de querer tomar las riendas desde el primer momento.
Ya anunció su primera promoción de un mando dentro de las Fuerzas Armadas. Se trata de Wei Fenghe, al frente de los misiles estratégicos chinos, y que fue ascendido a general.
Al frente del PCCh y de las Fuerzas Armadas, Xi controla ya dos de los tres brazos del poder en China, a la espera de hacerse cargo del tercero, el Estado, en marzo próximo.
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