Los pedidos recibidos por las fábricas estadounidenses sufrieron en agosto su peor caída desde enero del 2009, pero un segundo mes seguido de alzas en las órdenes fuera del sector transporte sugirió que la actividad manufacturera está frenando su pérdida de impulso. El Departamento de Comercio dijo el jueves que los pedidos bajaron un 5,2 por ciento, su peor caída desde la recesión, tras un desplome en la demanda de equipos para transporte.