La agencia de calificación de riesgos Moodys rebajó hoy en tres escalones la nota de solvencia de la deuda de Chipre (de Ba3 a B3), hundiéndola más en el territorio del bono basura por la delicada situación de su sector bancario.La agencia justificó también su decisión por la coyuntura macroeconómica adversa y la incertidumbre política, dos elementos que añaden además riesgos a la capacidad crediticia del Estado mediterráneo.