La República de Irlanda se convirtió en 2011 en el quinto país más caro de la Unión Europea (UE), con precios de consumo hasta un 17 por ciento más altos que la media del resto de socios comunitarios, informó hoy la Oficina Central de Estadísticas (CSO). Solo Dinamarca, Suecia, Finlandia y Eslovaquia son más caros que en Irlanda, que no obstante, ha mejorado desde 2008, cuando los precios eran hasta un 30 por ciento más altos que la media europea, explicó la CSO en un informe. La inflación en Irlanda, medida de acuerdo con el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA), entre el periodo de 2007 y 2011, fue la más baja de la zona euro, lo que demuestra que los precios han estado subiendo durante los últimos cinco años a un ritmo lento, según el documento.