La designación del viejo combatiente de las FAR, compañero de Roberto Quieto y ahora "Doctor D. Enrique Osvaldo ARCEO", como vicepresidente del Banco Nación no sólo da al joven Axel Kicillof un nuevo control en el sistema financiero, sino que además ratifica la advertencia de Cristina Fernández del "¡Vamos por todo!"... cuando "ir por todo" no es otra cosa que la eternidad de la mandataria en el poder.
Desde que asumió en su cargo, hace unos 10 meses, el viceministro de Economía, Axel Kicillof, no ha trastabillado en su ascendente carrera hacia la terna del poder.
Ya tiene un rol protagónico en la regulación de la actividad petrolera, las energéticas, las relaciones con empresarios, con organismos internacionales y la coordinación de los directores del Estado en las compañías privadas.
Ayer se conoció que quedó al frente de la comisión que supervisará, con poder de auditor, las inversiones, los costos y los precios de venta de todo el sector petrolero, incluidos los valores de referencia del gas oil y la nafta en las estaciones de servicio.
También, sin resoluciones, decretos ni notas emitidas por ninguna dependencia pública, puso en marcha la intervención en el sector eléctrico a través de un correo electrónico que partió el jueves de la semana pasada desde las oficinas de Kicillof, hacia las asociaciones que agrupan a los principales actores del mercado.
El pedido de información es uno de los resultados de la reunión que mantuvieron Kicillof y los secretarios Guillermo Moreno (Comercio Interior) y Energía (Daniel Cameron) con los empresarios del sector eléctrico el viernes 24 de agosto. El viceministro les explicó en ese marco que el Gobierno establecerá un mecanismo de "costo plus" para definir la rentabilidad de las compañías eléctricas sobre la base de los costos de cada una de las empresas. Desplazará, a su vez, al sistema "marginalista" del menemismo (las máquinas más eficientes tenían mayor rentabilidad).
Hoy se conoce una nueva resolución que le da influencia en la cabeza del Banco Nación. Se trata del decreto 1587/2012, publicada en el 'Boletín Oficial', que designa al "Doctor D. Enrique Osvaldo ARCEO" como vicepresidente de la entidad.
Este viejo combatiente de las FAR, con base ideológica en el marxismo-leninismo, compañero de Roberto Quieto, es además padre de Nicolás Arceo, de La Cámpora, cofundador con Kicillof del CENDA (Centro de Estudios Nacionales para el Desarrollo Argentino), y uno de los hombres más cercanos al joven predilecto de Cristina Fernández.
Ocurre que para llevar adelante todas sus tareas, Kicillof se rodea de economistas que en la mayoría de los casos lo acompañan desde la militancia universitaria y que son de su extrema confianza.
Tal es el caso también de Augusto Costa, subsecretario de Competitividad y hace un mes su nombre sonó como un posible reemplazante del secretario de Comercio, Guillermo Moreno. Compartió con Kicillof la militancia universitaria en TNT, mantiene reuniones constantemente con empresarios y supervisa a los directores que actúan como representantes del Estado en los directorios de algunas empresas privadas. Antes de asumir como subsecretario, Costa trabajaba en Cancillería bajo la órbita de Cecilia Nahón, y previamente había tenido un paso por el Palacio de Hacienda durante la gestión de Martín Lousteau.
Emmanuel Álvarez Aggis, también economista de la UBA, está al frente de la Subsecretaría de Programación Macroeconómica. Actualmente a cargo de cuatro direcciones, Álvarez siempre se mostró como uno de los más férreos defensores del modelo kirchnerista dentro del Centro de Estudios para el Desarrollo Argentino (CENDA).
Como subsecretario, se encarga de encabezar los análisis que realiza la Secretaría para seguir de cerca la evolución de la coyuntura nacional e internacional y también para monitorear las cuentas públicas. Era uno de los ayudantes que Kicillof tenía en los cursos de Historia del Pensamiento Económico y de Macroeconomía en la Facultad de Económicas de la UBA.
Javier Rodríguez asumió al frente de la Subsecretaría de Planificación Económica cuando Nicolás Arceo, pasó a formar parte de la plantilla permanente de YPF.
Rodríguez viene de trabajar en Aerolíneas Argentinas como gerente del aérea técnica de la línea de bandera. Especialista en economía agropecuaria, profesor titular de la UBA, y también ex militante de TNT, está a cargo de fortalecer el desarrollo regional y de coordinar y participar en la elaboración de estudios que evalúen el panorama económico sectorial.
Federico Marongiu es el jefe de Gabinete de la Secretaría y también es el encargado de llevar adelante las relaciones con los organismos internacionales, como el FMI, el BID y el Banco Mundial. Marongiu tiene un par de años menos que Kicillof, estudió economía en la UBA y viene de Aerolíneas Argentinas.
Cecilia Nahón, si bien la economista, no trabaja en el Palacio de Hacienda, integra el privilegiado grupo con llegada directa a Kicillof. Nahón es la secretaría de Relaciones Económicas Internacionales y suele ir al Ministerio de Economía cuando Kicillof hace alguna presentación. Con él compartió las aulas del Nacional Buenos Aires, la militancia universitaria en TNT y fue una de las fundadores del CENDA.
Cecilia Fernández Bugna, una licenciada en Economía de 32 años, integrante de La Cámpora, fue designada en junio pasado directora del Banco Nación a través del decreto 919.
El Banco Nación tiene 8 miembros en su directorio y es presidido por Juan Carlos Fábrega, quien será secundado por Arceo padre. Luego están Juan Ignacio Forlón, amigo de Máximo Kirchner, hijo de la Presidente, Angel José De Dios, Silvia Gallego, Patricia Fadel, el gerente general Raúl Duzevic y el síndico José Antonio Cáceres Monié.
Según una fuente con llegada a La Cámpora que destacó que muchos de los que llegan a ocupar cargos técnicos en el Gobierno están muy preparados, el caso de Burgna en el Nación, dijo, "es muy llamativo. La mayor experiencia que tiene en bancos es una caja de ahorros en pesos", ironizó.
Como sea, Cristina ratifica una vez, con la designación de Arceo, lo que sostuvo sin vueltas en el corsódromo de Concordia, mientras los militantes de La Cámpora, de Kolina y del Movimiento Evita, llevados especialmente en micros desde Buenos Aires, festejaban enfervorizados: "¡Ah! Y vamos por más. Vamos por todo, ¿eh?"
E "ir por todo" no es otra cosa que procurar la eternidad de Cristina en el manejo del poder absoluto del país.
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