Los ciudadanos griegos sacaron del país 261.000 millones de dólares procedentes de actividades ilegales, desde fondos para evadir impuestos al producto de actos criminales o la corrupción entre 2003 y 2011. Así lo asegura Raymond Baker, economista y jefe de la organización no gubernamental Global Financial Integrety, quien en declaraciones al semanario alemán Der Spiegel señala que se trata de una pérdida enorme para una economía tan pequeña.