La nueva estrategia del Banco Central Europeo (BCE) de comprar bonos soberanos de los países que soliciten el rescate no servirá para impulsar el crecimiento de la economía, aunque permite ganar algo de tiempo a la institución, que ha mitigado el riesgo sistémico a corto plazo, pero que a largo plazo depende de que los países de la periferia acometan seriamente la reestructuración de sus economías, según afirma en un informe para inversores Richard Cookson, jefe de inversiones de Citi Banca Privada.