El fabricante holandés de automóviles Spyker ha presentado hoy una demanda contra el grupo estadounidense General Motors (GM), al que pide una compensación de 3.000 millones de dólares -unos 2.400 millones de euros- por, a su juicio, forzar la quiebra de su filial Saab. El caso ha sido planteado en un tribunal de Estados Unidos, ante el que Spyker actúa en su propio nombre y en el de su subsidiaria, declarada insolvente en diciembre de 2011.