El grupo bancario Dexia, en proceso de reestructuración, registró unas pérdidas netas de 1.200 millones de euros durante el primer semestre del año, lo que supone reducir en un 66 por ciento las que sufrió en el mismo periodo de 2011, cuando ascendieron a casi 4.000 millones de euros. Las pérdidas cosechadas en el primer semestre de 2012, según un comunicado de la entidad financiera, las atribuyen al aumento de sus costes de financiación.