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El presidente de la petrolera estadounidense para América Latina y África, se reunió con el CEO de YPF para ir rumbo a una asociación. Un viejo sueño del Gobierno: tentar a una gran empresa. Habrá que ver qué resulta entre las urgencias inversoras de Galuccio y los reflejos ultra-intervencionistas de Kicillof.
El Gobierno Nacional podría ver realizado próximamente un anhelo que arrastra desde la expropiación de YPF: que la empresa se asocie con una gran petrolera estadounidense de pesopara llevar a cabo el ambicioso desarrollo de los recursos hidrocarburíferos de la formación Vaca Muerta.
Durante su exposición en el Consejo de las Américas, llevado a cabo en el porteño Hotel Alvear, el presidente de Chevron para América Latina y África, el iraní Alí Mashiri, mostró su interés en trabajar con YPF en la explotación de yacimientos de petróleo y gas no convencionales.
Un día después, el ejecutivo se reunió con el presidente y CEO de la petrolera, Miguel Galuccio, en un encuentro "donde exploraron la posibilidad de un acuerdo estratégico" para trabajar en el yacimiento ubicado en la provincia de Neuquén.
De acuerdo a un comunicado difundido este viernes, "ambos líderes compartieron visiones sobre la situación del sector energético a nivel mundial, la realidad de ambas compañías, y acordaron un trabajo de cooperación en proyectos de recuperación terciaria en yacimientos maduros y en el desarrollo de petróleo y gas no convencional".
"Dialogamos en concreto sobre distintas alternativas de cooperación. Chevron está muy interesada en articular proyectos conjuntos, y nosotros queremos socios con el peso y la experiencia de una compañía de esta talla mundial", dijo el CEO de YPF.
En tanto, Moshiri, quien se mostró "muy optimista", aseguró que la explotación no convencional"puede revolucionar el paradigma energético en Argentina como ocurrió en los USA".
Posiblemente Mashiri se haya sentido intrigado por las palabras que Galuccio dijo en el marco del Consejo de las Américas el jueves. El CEO invitó a las empresas a invertir y se comprometió "como líder de la empresa" a "defender su inversión".
Claro que la incertidumbre de los inversores no se calma con una simple promesa del presidente de la petrolera. Algunos aspectos de la economía argentina no favorecen para que aparezcan los US$40.000 millones que YPF necesita para el desarrollo de su plan quinquenal, que será presentado de forma oficial el próximo 30/8.
La alta inflación, pero sobre todo las restricciones cambiarias, con límites para que las compañías puedan enviar dólares a sus casas matrices, no generan el mejor ambiente inversor.
Por otro lado, en lo que respecta al sector petrolero, las nuevas regulaciones implementadas por el decreto 1.277, un instrumento fuertemente intervencionista, provoca malestar en el rubro. A través de esa resolución, cuya letra se le atribuye al viceministro de Economía, Axel Kicillof, el gobierno decidirá cada uno de los aspectos que hacen a los proyectos de las compañías, incluso fijara con su criterio la rentabilidad que deberán tener.
Por citar un caso, como balde de agua fría cayó la modificación de la alícuotas de las retenciones a las exportaciones de biodiesel y el precio interno del mismo a los productores del biocombustibles, que en voz baja culpan a Kicillof.
Kicillof es además el hombre fuerte del Gobierno en YPF. Y no faltan roces con Galuccio. Son 2 perfiles totalmente diferentes. El CEO es un hombre de gran experiencia en la industria privada, que desespera por conseguir inversores. Kicillof, en tanto, tiene una visión más política del asunto y además tiene una posición sobre el rol del Estado que muchos consideran exagerada.
La interna entre estos funcionarios no es desconocida. E incluso sobraron los comentarios sobre las varias veces que Galuccio quiso renunciar por encontrar limitaciones políticas a sus metas empresariales.
Nunca faltan las críticas del viceministro de Economía a las empresas. Incluso este viernes apuntó contra los bancos y los acusó por su "timidez" a la hora de entregar créditos para la construcción de viviendas.
Galuccio presentó el jueves el Plan Exploratorio de YPF que planea perforar 250 pozos exploratorios hasta el 2016. La compañía lanzó la busqueda de $1.000 millones para financiar los trabajos. Parte de ese dinero lo conseguiría de la Anses (ver nota relacionada).
Por su parte, Kicillof estaría trabajando en la estatización de las empresas vinculadas al sector eléctrico (ver nota relacionada). ¿Cómo caerá este eventual medida entre el sector inversionista?
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