El Banco Espírito Santo, una de las tres mayores entidades privadas de Portugal, redujo sus beneficios netos el 85,7 %, hasta 25,5 millones de euros, durante el primer semestre en comparación con el mismo periodo de 2011. El banco anunció hoy sus resultados, que mantuvo en positivo gracias a la actividad internacional y han sido ligeramente mejores de lo esperado en el mercado, pese al drástico descenso respecto a los 178 millones que ganó un año antes. El negoció del BES en Portugal produjo pérdidas de 52,7 millones de euros en este semestre, frente al beneficio de 95,1 millones un año antes.