La surcoreana LG Display acordó pagar 380 millones de dólares (unos 310 millones de euros) para resolver una demanda civil de fijación de precios en el mercado de pantallas de cristal líquido, el mayor monto desembolsado entre las 10 empresas que han llegado a acuerdos similares. Una demanda colectiva reclamó una supuesta conspiración desde finales de 1990 hasta 2006 para fijar los precios de las pantallas LCD, lo que habría encarecido televisores, ordenadores portátiles y otros productos electrónicos.