El médico coreano-estadounidense Jim Yong Kim asumió el lunes las riendas del Banco Mundial y prometió proteger a los países en desarrollo en un momento de transición para una economía mundial que parece perder fuerza con rapidez. Kim, que dirigió el Dartmouth College en Nueva Hampshire, asume la presidencia de un organismo que lucha contra la pobreza en un momento en el que la crisis de deuda de la eurozona empieza a cobrarse un precio a nivel global.