La Europa emergente es la región más barata en el mundo, cotizando entre tres y cuatro veces las ganancias. “Es barata en relación con cualquier otra cosa en el mundo”, asegura Sam Vetch, director del equipo de valores de mercados emergentes de Europa en BlackRock. Este experto señala a Turquía y Polonia, dos países que asombraron a los observadores con su evolución económica tras la crisis financiera global que dejó tambaleando a sus vecinos regionales. “Ambos se apoyaron en jóvenes poblaciones, niveles de deuda relativamente bajos y una clase media en expansión para posicionarse como los nuevos tigres, llamados a contribuir al impulso futuro del crecimiento global”.