El Gobierno nacional mantendría las restricciones para la compra de dólares para atesoramiento por lo menos durante otros tres meses, una vez superado el vencimiento de deuda más importante de este año.
Entre julio y agosto el Gobierno deberá destinar unos 5.800 millones de dólares a la cancelación del cupón PBI y del Boden 2012.
Pero hasta ahora no está asegurada la tenencia de dólares para afrontar esos pagos con los ingresos corrientes porque no se sabe todavía cuál será el monto que se destinará a la importación de combustibles este año ni está garantizado el superávit comercial de más de 12.000 millones de dólares, según reconoció al diario Ambito Financiero una fuente del Gobierno.
"Hasta agosto hay que olvidarse de la apertura del mercado de compra dólares para atesoramiento", indicó el informante, que el matutino dijo con injerencia en la política cambiaria.
El superávit comercial previsto en el Presupuesto 2012 es de 8.000 millones de dólares. Pero en el primer trimestre alcanzó los 2.969 millones, por lo que si se proyecta el superávit llegaría a 12.000 millones este año. Pero eso podrá asegurarse recién a mediados del segundo semestre, cuando se haya liquidado la mayor parte de las exportaciones agropecuarias.
El Presupuesto prevé además, que este año se emplearán 1.400 millones de dólares para cubrir la importación de gas y petróleo. Pero como el ritmo de actividad continúa siendo elevado de acuerdo al contexto, la falta de inversiones de YPF complicó las previsiones oficiales y obligó al Gobierno a retrasar la reducción de los subsidios.
Y si bien en el ministerio de Economía calcularon que se necesitarán al menos 3.000 millones de dólares para afrontar el costo de importar combustibles, fuentes cercanas a Axel Kicillof, secretario de Política Económica, aseguraron que recién a fines de agosto podrán hacerse proyecciones con más certeza.
Mientras tanto, la renacionalización de la petrolera podría aportar 1.500 millones de dólares al Tesoro y a mediados de 2013 empezarían a verse los beneficios en el abastecimiento de combustibles.
Por otro lado, el pago del Boden 2012 es muy importante para la presidenta Cristina Fernández de Kirchner porque es el bono con el que se les entregó a los ahorristas que quedaron atrapados en el "corralito" en 2001.
En ese sentido, el Gobierno nacional emplearía las reservas internacionales del Banco Central para afrontar el pago de ese bono, lo que generaría dificultades en los indicadores macro de la economía local.
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