El Bank of Ireland (BoI), el primer banco privado irlandés, recortará unos 1.000 puestos de trabajo durante los próximo dos años, 250 empleos más que los anticipados en 2010, al comienzo de su proceso de reestructuración. La reducción de su plantilla en sus oficinas en Irlanda, Irlanda del Norte y el Reino Unido cuenta con el visto bueno del ministerio de Finanzas, que gestiona el 15 por ciento de acciones que tiene en la entidad el Gobierno irlandés. El plan de reestructuración también ha sido aprobado por la Asociación de Trabajadores de Bancos Irlandeses (IBOA), que indicó hoy que ha aceptado las compensaciones económicas ofrecidas por la dirección del BoI a los trabajadores que dejen su empleo voluntariamente.