El National Irish Bank (INB) tuvo unas pérdidas en 2011 de 805 millones de euros brutos, un 30,26 % más que el año anterior en el que perdió 618 millones de euros, como consecuencia del deterioro de su cartera de préstamos comerciales y la caída de sus ingresos. El fondo de contingencia acumulado por el banco para hacer frente a las posibles pérdidas de estos activos tóxicos se elevó hasta los 850 millones de euros, frente a los 667 millones de 2010. Sus ingresos también cayeron durante el pasado año un 13%, hasta los 141 millones de euros, a pesar de que el proceso de reestructuración propició una reducción del 15% de sus costes, hasta los 96 millones de euros.