El Royal Bank of Scotland (RBS), cuyo 82% está en manos del contribuyente británico, vio incrementadas sus pérdidas atribuidas anuales un 77,5% por las difíciles condiciones económicas y financieras. En un comunicado remitido hoy a la Bolsa de Valores de Londres, el RBS informó de que sus pérdidas atribuidas en 2011 llegaron a 1.997 millones de libras (unos 2.360 millones de euros), frente a las 1.125 millones de libras (unos 1.327 millones de euros) obtenidas en el año anterior.