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Informe Económico Semanal del Banco Ciudad: "Actividad: se confirma la desaceleración"

LA SEMANA EN POCAS PALABRAS

A pesar de ser una semana corta, en los últimos días se conocieron una batería de datos que pintan de punta en blanco un arranque de 2012 caracterizado por: 1) una desaceleración económica cada vez más evidente, impulsada por un freno en la industria; 2) una mejora del superávit comercial, forzada (en parte) por las trabas comerciales; y 3) un nuevo deterioro fiscal, asociado a la inercia de varios componentes del gasto y las dificultades que enfrenta el gobierno para instrumentar la quita de subsidios. Sólo el empleo siguió mejorando, aunque se presentan dudas para el año que comienza.

En materia de actividad económica, el IGA-OJF experimentó un crecimiento interanual de 3,1% en enero, consolidando la desaceleración observada en el tramo final de 2011. Cabe destacar que este indicador ya capturó una retracción desestacionalizada del nivel de actividad a fin de 2011 (-1% trimestral anualizada), en lo que fue la primera caída desde la crisis de 2008-09. Esta performance dejó un arrastre estadístico para 2012 cercano a 1 punto porcentual, la mitad del “heredado” del 2010 en 2011.

La producción industrial lidera la desaceleración económica. De acuerdo al IPI-OJF, la industria experimentó un crecimiento de apenas 0,6% a/a en enero, performance que si bien resultó mejor a la de diciembre (-1,3% a/a), se ubicó lejos del crecimiento promedio de 2010 (10,7%) y 2011 (4,8%). Este abrupto enfriamiento industrial comienza a resultar cada vez más generalizado, si se tiene en cuenta que la mitad de los rubros industriales presentaron caídas interanuales en enero, situación que difiere radicalmente de lo ocurrido en 2011, cuando todas las ramas crecieron, con la única excepción de la refinación de petróleo.

En cuanto al comercio exterior, el superávit comercial sumó USD 500 millones en enero, con un alza interanual de 7%. Esta mejora estuvo en línea con lo observado en los últimos meses de 2011, cuando la corrección registrada en las exportaciones comenzó a ser compensada por un ajuste en las importaciones. En enero, las compras externas aumentaron sólo un 10%, una tercera parte del crecimiento del año pasado (31%), reflejo de un mix de desaceleración económica, caída estacional en la demanda de combustibles y trabas comerciales.

En el frente fiscal, el superávit primario sumó $622 millones en enero, monto 70% menor al de un año atrás. Paralelamente, el resultado financiero (es decir, después del pago de intereses de la deuda) fue deficitario en $2.815 millones (vs un superávit de $ 88 millones en igual mes de 2011). Este deterioro se dio en un contexto en el que el gasto continuó creciendo fuerte (34% a/a), no previéndose que la salud de las cuentas públicas mejore en el corto plazo. La previsible desaceleración cíclica de los ingresos, se conjugará con la inercia de algunas erogaciones, unas paritarias que se presentan complicadas y una quita de subsidios más lenta de lo esperado (incluyendo los retrasos por una probable estatización de los ferrocarriles).

En este escenario, las únicas buenas noticias provinieron del mercado laboral. Según datos del INDEC, el desempleo cayó al 6,8% en el cuarto trimestre de 2011, perforando la barrera del 7%. La mejora fue gatillada por un crecimiento del empleo, tanto público (5,5%) como privado (4,8%). Aquí, las dudas surgen principalmente respecto de lo que pueda suceder en 2012, ya que aún manteniéndose la elevada elasticidad empleo-Producto del cuarto trimestre del año pasado (0,4), la desaceleración económica daría lugar a una creación de empleos que apenas compensaría el crecimiento vegetativo de la población, de manera que la tasa de desocupación ya estaría cerca de encontrar un piso.