El presidente estadounidense, Barack Obama, se comprometió el lunes a que Washington permanezca como un fuerte socio de Irak después de que las tropas estadounidenses dejen el país a final de año y restó importancia al riesgo de que esta salida cree un fuerte vacío que Irán puede aprovechar. La retirada de casi todas las tropas estadounidenses de Irak el próximo 31 de diciembre ha generado una incertidumbre en la región, que continúa conmocionada por la "primavera árabe" y ante los temores de que la inestabilidad en Siria propague los enfrentamientos religiosos en el vecino Irak. Pero Obama dijo una conferencia de prensa con el presidente Nuri al Maliki que Washington sigue teniendo una fuerte presencia en Oriente Próximo.