Ahora que el concepto del oro como puerto seguro ha dejado de ser el centro de atención, será difícil ir mucho más allá de los 1.772 dólares la onza por ahora. El oro acabó con la resistencia en 1.700 dólares antes de alcanzar el máximo de las cinco últimas semanas. “Un factor importante que ha contribuido a ello ha sido el hecho de que la fortaleza de los mercados de renta variable y la caída del dólar han sido los motores principales del repunte reciente y cada vez parece más probable que vayamos a ver retirada de beneficios en estos mercados durante la próxima semana”, comenta Ole S. Hansen, experto en materias primas de Saxo Bank.