El consejero delegado del Deutsche Bank, Josef Ackermann, prevé una década agitada para los bancos y considera que son imprevisibles los efectos del aumento de regulación. En su intervención en la décimo cuarta semana financiera de Fráncfort, Ackermann ha dicho que existe el peligro de que los bancos alemanes pierdan terreno en la competencia global. Ha añadido que se pueden poner muchas ataduras a los bancos europeos para que se produzca seguridad, pero entonces no podemos existir en competencia.