El Parlamento de Eslovaquia aprobó hoy un impuesto especial para la banca con el que pretende recaudar anualmente unos 83 millones de euros, que se destinarán a un fondo para combatir eventuales crisis financieras. Desde el primero de enero de 2012, Eslovaquia obligará a 29 bancos y filiales de entidades extranjeras a tributar este nuevo impuesto, que grava con el 0,4 por ciento los activos. El impuesto fue aprobado por 139 votos a favor, sobre un total de 142 legisladores presentes en el Consejo Nacional, por lo que hubo casi unanimidad sobre el mismo.