La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo el lunes que la detección de radiación en alimentos después de que un terremoto dañara una central nuclear en Japón es un problema más serio de lo que había previsto originalmente. "Es claro que es una situación grave", dijo a Reuters en una entrevista telefónica desde Manila Peter Cordingley, portavoz de la oficina para el Pacífico Oeste de la OMS. "Es mucho más serio de lo que se pensó en los primeros días, cuando creímos que este tipo de problema podía limitarse a 20 ó 30 kilómetros", declaró. Casos de verduras, polvo, leche y agua contaminada ya están aumentado el temor en la región, pese a que las autoridades niponas han asegurado que los niveles no son peligrosos.