“En el caso de prolongarse la situación actual, entre 100 y 110 dólares por barril (o una subida puntual a nuevos máximos) provocaría un aumento de la inflación general, una reducción del crecimiento y de los resultados de las compañías, pero no varía nuestro escenario central”, explica Banca March. “Sería un petróleo a niveles superiores a 140 dólares por barril durante un período prolongado el que cambiaría sustancialmente la situación actual”. El broker recomienda mantener “las posiciones actuales, aprovechando caídas para comprar en carteras que están bajas en renta variable”.