Los demócratas presionaban por una nueva legislación destinada a evitar que se repita el enorme derrame de petróleo de BP, mientras que los republicanos advirtieron que el desastre no debe utilizarse para obstaculizar la producción de petróleo y gas natural. El renovado intento por reforzar la supervisión gubernamental a la perforación petrolera costa afuera se produjo mientras los jefes de la comisión investigadora de la Casa Blanca, Bill Reilly y Bob Graham, expusieron sus argumentos para la legislación en audiencias separadas en el Congreso.