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La discusión parlamentaria que se está dando por estos días anima a Jorge Piva, director general de Medifé, a expresar algunas reflexiones sobre el tema:
“Desde Medifé coincidimos en la necesidad de tener una ley, pero estimamos que el entorno de apuro en el que se está dando el debate y un análisis contaminado por visiones facilistas no contribuyen a generar un buen proyecto.
En principio, y teniendo en cuenta los términos del actual proyecto, resultan claras algunas inconsistencias y tendencias preocupantes.
Tratándose de una actividad de capital intensivo, la imposición del encaje de una cuota anual como cobertura financiera (50% en activos fijos y 50% en activos líquidos), limitan la capacidad de giro y resienten notablemente las posibilidades de inversión del sector. Teniendo en cuenta el déficit de camas hospitalarias, pensar en inmovilizar capital y no alocarlo en proyectos concretos para resolver, por ejemplo, este problema entre tantos aparece como caprichoso.
Este requisito también estaría poniendo en riesgo de extinción a las más de 900 organizaciones que prestan servicios de cobertura, sobre todo, en el interior de nuestro país alcanzando a más de 1 millón de personas. De aprobarse así la norma, se generará una enorme concentración que favorecerá la aparición de oligopolios, figura de por sí muy amenazante para los usuarios.
También resulta irracional la eliminación de carencias. Un paciente con una dolencia grave y de alta complejidad generaría un desajuste que comprometería la existencia misma de la prestadora. No pretendemos desamparar al enfermo grave, pero es precisamente en estos casos cuando debe articularse del mejor modo posible el sistema de salud público con el privado. En el mejor de los casos y sin llegar a una hipótesis de quiebra del prestador, ¿a cuánto debería ascender la cuota de todos los afiliados para poder satisfacer la necesidad del enfermo grave de manera inmediata? Es la sustentabilidad misma del sistema privado la que está en juego dado que la ecuación económica-financiera no resistiría.
Abogamos para que con realismo y conocimiento del tema pueda llegarse a un proyecto que beneficie al conjunto de la sociedad”.
“Desde Medifé coincidimos en la necesidad de tener una ley, pero estimamos que el entorno de apuro en el que se está dando el debate y un análisis contaminado por visiones facilistas no contribuyen a generar un buen proyecto.
En principio, y teniendo en cuenta los términos del actual proyecto, resultan claras algunas inconsistencias y tendencias preocupantes.
Tratándose de una actividad de capital intensivo, la imposición del encaje de una cuota anual como cobertura financiera (50% en activos fijos y 50% en activos líquidos), limitan la capacidad de giro y resienten notablemente las posibilidades de inversión del sector. Teniendo en cuenta el déficit de camas hospitalarias, pensar en inmovilizar capital y no alocarlo en proyectos concretos para resolver, por ejemplo, este problema entre tantos aparece como caprichoso.
Este requisito también estaría poniendo en riesgo de extinción a las más de 900 organizaciones que prestan servicios de cobertura, sobre todo, en el interior de nuestro país alcanzando a más de 1 millón de personas. De aprobarse así la norma, se generará una enorme concentración que favorecerá la aparición de oligopolios, figura de por sí muy amenazante para los usuarios.
También resulta irracional la eliminación de carencias. Un paciente con una dolencia grave y de alta complejidad generaría un desajuste que comprometería la existencia misma de la prestadora. No pretendemos desamparar al enfermo grave, pero es precisamente en estos casos cuando debe articularse del mejor modo posible el sistema de salud público con el privado. En el mejor de los casos y sin llegar a una hipótesis de quiebra del prestador, ¿a cuánto debería ascender la cuota de todos los afiliados para poder satisfacer la necesidad del enfermo grave de manera inmediata? Es la sustentabilidad misma del sistema privado la que está en juego dado que la ecuación económica-financiera no resistiría.
Abogamos para que con realismo y conocimiento del tema pueda llegarse a un proyecto que beneficie al conjunto de la sociedad”.
