Suiza ha firmado un acuerdo con Londres por el cual gravará con un impuesto las cuentas secretas que tienen los ciudadanos británicos en aquel país y cuyo total se calcula en entre 113.000 y 141.000 millones de euros. Los intereses así generados irán a las arcas del tesoro británico, pero Suiza podrá mantener su secreto bancario, informa hoy el diario Financial Times.