La guerra de las divisas amenaza la competitividad de América Latina

La fuerte revalorización de las monedas latinoamericanas, que amenaza las exportaciones y la competividad de la región, está siendo combatida por los gobiernos con medidas que van desde las grandes compras de dólares al aumento de los impuestos sobre las operaciones financieras de extranjeros.El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva se refirió el miércoles en una conferencia de prensa que la reunión del G20 de países emergentes y desarrollados que tendrá lugar del 11 y 12 de noviembre próximos en Corea del Sur con la participación de México, Argentina y Brasil. El G20 debe buscar una "solución definitiva" a la "guerra cambiaria" en el mundo, dijo Lula, anunciando que está dispuesto a tomar "cuantas medidas sean necesarias para no permitir que el real (la moneda brasileña) se valorice mucho en relación al dólar".El real se encuentra en sus niveles más altos desde septiembre de 2008, cuando estalló la crisis financiera mundial.Con la moneda valorizada, las reclamaciones de exportadores e industriales brasileño se hacen oír con fuerza, por la pérdida de competitividad que el país está registrando. En los primeros ocho meses del año, Brasil registró un superávit comercial de 11.673 millones de dólares, una muy fuerte caída del 41,6% en igual período de 2009.En este contexto, Brasil ya ha tomado varias medidas, entre ellas un segundo incremento del Impuesto a las Operaciones Financieras (IOF), que tasa las colocaciones en renta fija en el mercado local y pasó el miércoles del 4% al 6%, tras un aumento del 2% al 4% a inicios de octubre.Además, incrementó del 0,38% al 6% la tasa del IOF cobrado sobre el margen de garantía de las inversiones de extranjeros en el mercado de futuro.Sin embargo, Lula señaló a Estados Unidos como el problema, limitando implícitamente el margen que tiene Brasil para resolver el problema. "Es importante recordar que el problema no es de Brasil. El problema es que todas las monedas del mundo están valorizándose ante el dólar porque Estados Unidos precisa encontrar la forma de recuperar su economía" de la crisis, señaló el miércoles."El laborioso camino hacia la estabilidad y la reactivación impulsada por el comercio podría verse seriamente amenazado por comportamientos monetarios no cooperativos", explicó Lamy durante una reunión sobre las negociaciones comerciales con la presencia de los 153 miembros de la OMC en Ginebra.La cuestión cambiaria se perfila como el tema dominante de la cumbre de países del G20.Por lo que respecta a Argentina, en su afán por frenar una revaluación del peso que descolocaría las exportaciones, el Banco Central argentino no para de comprar y atesorar dólares.Según Gabriel Martini, economista de Abeceb consultores económicos, el mayor problema en América Latina es que "a corto plazo se generen burbujas (financieras) y desestabilicen la economía en su conjunto". "En Argentina esta lluvia de dólares es más tipo goteo, el fuerte está yendo a Brasil, directamente al mercado financiero, y a Chile a través del precio del cobre que está muy alto por factor especulativo", dijo el analista a la AFP.Chile, donde la semana pasada el billete verde bajó a su menor valor en dos años (478,3 pesos) anunciará esta semana medidas para evitar la caída del dólar en el mercado, según informó el martes el ministro de Hacienda, Felipe Larraín. El ministro agregó que tales medidas no contemplarán controles de capital, es decir, regular el ingreso o salida de divisas.Por otro lado, en Colombia, donde los agricultores y otros empresarios colombianos se declaran particularmente golpeados por la apreciación del peso, el gobierno anunció que restringirá el ingreso de dólares al país. La apreciación del peso colombiano frente a la moneda estadounidense llega este año al 14%.
Sólo Venezuela parece ajeno al problema, porque el precio del dólar está controlado por el gobierno, que autoriza el acceso a las divisas por empresas y particulares a las dos tasas oficiales vigentes -2,6 bolívares por dólar para importaciones prioritarias, fundamentalmente del Estado, y 4,3 bolívares para el resto- y porque es un país netamente importador.

afp