El presidente Toyota en EE.UU. quiere mantener la "lealtad" de los hispanos

El presidente de Toyota en Norteamérica, Yoshi Inaba, cree que parte de su misión en EEUU es mantener el "puesto privilegiado" que la empresa tiene entre los hispanos, tras la debacle motivada por la retirada del mercado de millones de sus vehículos.
"Somos número uno entre los hispanos. Para mí la diversidad es sinónimo de poder y, ante el aumento de la población hispana en EEUU -que va camino de incrementar su fuerza-, valoramos nuestra relación con la comunidad latina y queremos profundizarla", dijo Inaba en una entrevista con Efe con motivo del Mes de la Herencia Hispana."Tenemos una cuota muy alta del mercado estadounidense entre los hispanos. Uno de cada cuatro hispanos que compró un coche (en 2009), compró un Toyota...los clientes que han tenido experiencia con nuestros productos, se han quedado con nosotros y nos siguen dando su lealtad", aseguró Inaba, quien dijo estar orgulloso del "puesto privilegiado" de su empresa entre los latinos.El ejecutivo de mayor rango de la automotriz japonesa en EEUU reconoció que el escándalo desatado por los problemas de aceleración repentina en millones de autos ha afectado la imagen corporativa de Toyota, pero insistió en que "hoy, por hoy, Toyota está entre los coches más seguros en las carreteras"."No hemos encontrado ningún defecto en el sistema electrónico (de los vehículos)...el problema tuvo que ver con aceleradores que se quedaban pegados o se atascaban en la alfombrilla", precisó Inaba, quien a principios de año prestó testimonio bajo juramento sobre el asunto ante el Congreso.
Según Inaba, Toyota ya ha arreglado el 80 por ciento de los vehículos con el defecto de aceleradores que se quedaban pegados.Inaba señaló que la estrategia de diversidad de Toyota para el siglo XXI en EEUU se centra en tres pilares: la contratación de minorías, el aumento de negocios con suministradores minoritarios y la expansión de concesionarios.Para comprobarlo citó las siguientes cifras: el 34 por ciento de la fuerza laboral de Toyota en EEUU es minoritaria -sólo en una planta de San Antonio (Texas), entre el 50 y 60 por ciento de sus más de 3.000 empleados son latinos-, y la empresa invierte anualmente 1.100 millones de dólares en la compra de repuestos de suministradores minoritarios.En la comunidad latina, esos suministradores se hacen llamar "compadres" de Toyota. Además, continuó Inaba, la empresa ha triplicado desde 2000 el número de concesionarios minoritarios, muchos de los cuales son hispanos.Según el grupo R.L Polk & Associates, Toyota es la marca "número uno" entre los hispanos, puesto que, según la empresa, mantiene desde 2004.Toyota corresponde a esa "lealtad" mediante inversiones como la campaña "Abróchate a la vida", que se ha ampliado fuera de Ohio, donde se inició, a Los Angeles y otras urbes, dijo.También recurre a la red social de Facebook y de festivales en ciudades con alta concentración hispana para regalar decenas de miles de pegatinas "Somos muchos" para destacar el "orgullo hispano".Toyota figuró entre los principales patrocinadores de la 33 gala anual del Instituto del Caucus Hispano del Congreso (CHCI) la noche del miércoles en Washington, y es una relación que mantiene con el grupo desde hace unos 20 años, precisó Inaba.Desde 1991, ha donado casi 500 millones de dólares a organizaciones caritativas y en los últimos dos años, cerca del 50 por ciento de sus donaciones ha ido a organizaciones que prestan servicio a las minorías, incluyendo la hispana.Desde la crisis de seguridad que sufrió la empresa tras la retirada de alrededor de diez millones de autos en los últimos dos años, Toyota busca reparar su imagen y, en ese contexto, el ejecutivo del mayor fabricante de automóviles en el mundo ha reforzado su acercamiento con los latinos.En julio pasado, Inaba fue uno de los oradores principales de la conferencia anual del Consejo Nacional de La Raza, al que ha donado cerca de 1,2 millones desde 2002. En esa ocasión, salpicó su discurso, al igual que en esta entrevista, con palabras en español.Inaba, de 64 años, regresó de su jubilación para encargarse de esta nueva misión de rescate con Toyota, quizá la más importante en los 42 años que lleva con la empresa.

efe