Los técnicos de British Petroleum (BP) intentan hoy contener el vertido de crudo con vehículos robóticos submarinos en la plataforma del Golfo de México que la semana pasada explotó y que puede causar un desastre ambiental en el área. El derrame, que cubre ya unos 1.550 kilómetros cuadrados y se encuentra a unos 110 kilómetros de las costas de Misisipi y Alabama, se produce a menos de un mes de que el presidente de EEUU, Barack Obama, en un cambio de sus promesas electorales, autorizó la exploración por petróleo y gas frente a las costas del país. Sin embargo, de momento, el vertido no parece que vaya a causar un desastre ambiental de proporciones catastróficas.