Bonus track y conclusión: Objetivos y congruencia en la planificación Una persona podría ponerse como objetivo para 2022 ganar el dinero necesario para no tener que trabajar nunca más y vivir una vida de lujos y confort, ¿pero es algo que se pueda lograr en ese lapso de tiempo? Cuanto más lejana es la meta de corto o mediano plazo, más alta la probabilidad de fracaso y abandono. Por lo tanto, esta conducta redunda en un juego donde nosotros mismos nos tendemos una trampa y nos llevamos sin vueltas hacia un estrés financiero que odiaremos al punto de preferir seguir como venimos, mordiendo la banquina o directamente despistando. Por ende, es de suma importancia que la planificación de tus objetivos para el año próximo goce de objetividad y congruencia. Objetivad remite desde el vamos a objetivo, de ahí la importancia de que seamos realistas a la hora de planificar las metas. Yo podría haber recomendado generar un 50% de ahorro sobre tus gastos, pero sé que la frustración sería altamente probable y el abandono de la meta, casi inmediata. Mejor es pensar en objetivo realista del 15% y, en todo caso, superarlo con orgullo y sin sufrimiento. En tanto, cuando hablo de congruencia, me refiero a una relación lógica y coherente entre lo que hacemos y lo que buscamos conseguir. Para cumplir este punto, es importante la autocrítica: debemos sincerarnos con nosotros mismos y llevar un registro de nuestras incongruencias. Vamos con más ejemplos: nos quejamos de que en este país no se puede ahorrar, pero llevamos nuestras tarjetas de crédito al límite cada vez que entramos a un shopping. También proclamamos a los cuatro vientos que es imposible invertir los ahorros por falta de estabilidad macroeconómica, pero no nos esforzamos por desarrollar nuestra inteligencia financiera. Finalmente, afirmamos con gran convicción que nos gustaría ganar más dinero, pero perdemos mucho tiempo libre con el celular en la mano, delante del televisor o de una consola de juegos en lugar de pensar cómo explotar nuestras habilidades, disfrutar nuestro arte y generar negocios. La incongruencia financiera nos aleja de los logros que alguna vez quisimos alcanzar. Es como pretender gozar de un cuerpo tonificado sin hacer deporte o gimnasia y sin comer sano. La incongruencia aparece cuando anhelamos muy profundamente y lo que hacemos no solo no ayuda, sino que dificulta la materialización de ese deseo. Ser congruentes significa vivir una vida que se ajuste a nuestras posibilidades y contar con la madurez y humildad necesarias para comprender qué podemos hacer y qué no, siempre en función de los recursos con que contamos y de aquellos que podemos incorporar. Ahora que ya tenés estos conceptos masticados, es momento de tomar el cuaderno y la lapicera (o, mejor aún, la planilla de Excel) y comenzar a delinear tus objetivos financieros para 2002. |