Que suba la tasa de interés es lo mismo que decir que baja el precio de los bonos. Lo que nos muestra la tasa es que el mercado empieza a pedir que le paguen más por aceptar deuda de los EEUU.
¿Y por qué está ocurriendo esto? Porque Wall Street espera un fuerte aumento en la inflación para los próximos años en EEUU. Este es el gran hecho de la semana pasada que pasó casi inadvertido: cambiaron dramáticamente las expectativas de inflación futura.
Primero, lo que tenemos que tener en claro, es que el disparador de este salto en la tasa de interés fue la victoria de los demócratas en las elecciones para Senadores en el estado de Georgia, lo que les aseguró a los demócratas mayoría en ambas cámaras. Esto puede ser trascendental para los próximos años.
¿Por qué? Porque ahora los demócratas controlan los poderes Ejecutivo y Legislativo, lo que en pocas palabras significa que van a inundar de dólares la economía estadounidense.
Por eso, es esperable ver, en los próximos años, gigantescos paquetes de estímulo fiscal, incluso mayores a los vistos durante 2020.
Y en un escenario de mínima, es al menos esperable, que el nivel de gasto del gobierno federal continúe como hasta ahora.
Pero el gran problema es que EEUU tiene un brutal déficit fiscal, que explotó con la crisis del Coronavirus, por lo que va a necesitar emitir enormes cantidades de deuda para financiar ese gasto.
Actualmente, según la última medición el déficit fiscal está en 3,3 billones de dólares (trillions para los estadounidenses): |