El uso de un extintor inadecuado puede agravar aún más un incendio, por lo que es fundamental
conocer cuándo utilizar cada tipo de matafuego, cómo hacerlo y qué medidas tomar para
conservarlo adecuadamente.
Los matafuegos o extintores son un elemento esencial para la seguridad ya que sirven para aplacar
diferentes tipos de fuego de manera segura y confiable. Dada su importancia, el equipo de La
Perseverancia Seguros - compañía líder en el país, con más de 116 años de trayectoria - comparte
información sobre las distintas clases de fuego - según sus orígenes - los distintos tipos de extintores,
cómo utilizarlos y qué medidas tomar para conservarlo adecuadamente.
En primer lugar, es fundamental reconocer el origen del fuego, para luego poder elegir uno de los 7
tipos distintos de matafuegos que existen:
● Matafuegos clasificado como “A”: extintores de agua. Se utilizan para combatir el fuego de
materiales combustibles sólidos.
● Aquellos clasificados como “A B”: extintores de espuma. Se utilizan para combatir el fuego
de líquidos combustibles o gases. No deben usarse en fuegos de equipos eléctricos.
● “B C”: extintores de dióxido de carbono. Se utilizan para combatir el fuego de equipos
eléctricos de baja tensión.
● “A B C”: extintores de polvo químico seco y extintores a base de productos halogenados. Se
utilizan para combatir el fuego de materiales combustibles sólidos, de líquidos combustibles
o gases, o de equipos eléctricos de baja tensión.
● “K”: Se utilizan para combatir el fuego de aceites vegetales o grasas animales.
● “D”: Se utilizan para combatir el fuego de ciertos metales combustibles.
Una vez elegido el matafuegos indicado ¿Cómo utilizarlo correctamente?
1. Quitar el pasador que traba el gatillo, girándolo y rompiendo el precinto.
2. Colocarse a una distancia aproximada de 3 metros del fuego y apuntar la boquilla del
extintor hacia la base de las llamas.
3. Apretar el gatillo, manteniendo siempre el extintor en posición vertical.
4. Mover la boquilla de lado a lado cubriendo el área del fuego.
Cuidados y mantenimiento
Los extintores no deben tener desgastes, óxido o fugas, y deben ubicarse en lugares de fácil alcance.
Es importante que las instrucciones de uso sean legibles y que el matafuegos tenga la presión
adecuada para su correcto funcionamiento. Cada tres meses debe realizarse una inspección visual,
cada un año debe recargarse el extintor, y cada cinco años debe llevarse a cabo una prueba
hidráulica.
Matafuegos en automóviles
Según la Ley 2894, todas las unidades deben estar provistas de extintores de incendio. Deben estar
ubicados al alcance del conductor, en un lugar que no represente un riesgo para el mismo o para su
acompañante. El extintor debe fijarse de forma tal que no pueda desprenderse, y no debe colocarse
sobre los parantes del techo del auto. La ley prohíbe utilizar un sistema de abrazadera elástica para
sujetar el extintor.
“Como parte de nuestro compromiso con la comunidad, es nuestro deber informar sobre las
especificidades de los extintores para disminuir los riesgos en casos de incendio” comenta Adalberto
Bruzzone, director de La Perseverancia Seguros, y agrega “recomendamos contar con un seguro
contra incendios tanto en los hogares como también en los lugares de trabajo y los automóviles”.
Acerca de La Perseverancia Seguros
A principios del siglo pasado, en la ciudad de Tres Arroyos, al sudeste de la Provincia de Buenos Aires, nació La Perseverancia Seguros S.A., fruto del sueño de un grupo de emprendedores con un objetivo en común: poder brindar tranquilidad a su gente, resguardando y dando garantías a su patrimonio. Hoy, a más de 100 años de recorrer el camino, sigue siendo fiel a su principio, la satisfacción del cliente; manteniendo una política de expansión sumando todos los esfuerzos con el objetivo de brindar un servicio de calidad a productores, asegurados y terceros para ofrecerles el respaldo y atención que se merecen. Actualmente la Compañía cuenta con representaciones en todo el país, operando en todas las coberturas, ofreciendo una amplia variedad de productos para satisfacer adecuadamente las necesidades de los clientes en materia de seguros.