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Lee Jae-yong, vicepresidente de Samsung Electronics y heredero de la familia fundadora de la empresa, será incriminado por corrupción y fraude, entre otros delitos.
Las acusaciones se enmarcan en el complejo escándalo de corrupción e influencia política que golpeó a la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, en proceso de juicio político, y a su confidente Choi Soon-sil, bajo arresto.
Lo anunció la fiscalía especial que investiga el caso y que el 17 de febrero obtuvo, en su segundo intento, el arresto de Lee.
El equipo especial de fiscales sospecha que Lee, de 48 años y tercera generación de la familia fundadora, giró a Choi -o prometió hacerlo- unos 43 millones de won (unos 37 millones de dólares) a cambio de protección política gracias a su influencia ejercida sobre la presidenta Park en una operación del 2015 en el interior del grupo para facilitar el éxito de la votación de fondos públicos de pensiones.
Se trataba de una fusión poco industrial, pero estratégica para asegurar el pasaje de una cuota accionaria de peso de Samsung Electronics del presidente y padre Lee Kun-hee al hijo Jae-yong.
El grupo de investigadores, guiado por el fiscal Park Young-soo, obtuvo el encargo del Parlamento para completar las investigaciones en 70 días con otros 20 dedicados a la preparación a las acusaciones contra Park y Choi.
Lee fue el primer jefe de los grandes conglomerados surcoreanos bajo control familiar "chaebol") en ser arrestado.
El portavoz de la oficina de la fiscalía, Lee Kyu Chul, dijo que la incriminación abarcará además a otras cuatro personas, entre ellas el exministro de Cultura, Cho Yoonsun y el exjefe de Gabinete de Park, Kim Ki-choon, por el ostracismo vivido por miles de artistas considerados lejanos a las posiciones oficialistas.
(ANSA).
Las acusaciones se enmarcan en el complejo escándalo de corrupción e influencia política que golpeó a la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, en proceso de juicio político, y a su confidente Choi Soon-sil, bajo arresto.
Lo anunció la fiscalía especial que investiga el caso y que el 17 de febrero obtuvo, en su segundo intento, el arresto de Lee.
El equipo especial de fiscales sospecha que Lee, de 48 años y tercera generación de la familia fundadora, giró a Choi -o prometió hacerlo- unos 43 millones de won (unos 37 millones de dólares) a cambio de protección política gracias a su influencia ejercida sobre la presidenta Park en una operación del 2015 en el interior del grupo para facilitar el éxito de la votación de fondos públicos de pensiones.
Se trataba de una fusión poco industrial, pero estratégica para asegurar el pasaje de una cuota accionaria de peso de Samsung Electronics del presidente y padre Lee Kun-hee al hijo Jae-yong.
El grupo de investigadores, guiado por el fiscal Park Young-soo, obtuvo el encargo del Parlamento para completar las investigaciones en 70 días con otros 20 dedicados a la preparación a las acusaciones contra Park y Choi.
Lee fue el primer jefe de los grandes conglomerados surcoreanos bajo control familiar "chaebol") en ser arrestado.
El portavoz de la oficina de la fiscalía, Lee Kyu Chul, dijo que la incriminación abarcará además a otras cuatro personas, entre ellas el exministro de Cultura, Cho Yoonsun y el exjefe de Gabinete de Park, Kim Ki-choon, por el ostracismo vivido por miles de artistas considerados lejanos a las posiciones oficialistas.
(ANSA).
