La luna de miel del nuevo gobierno esta llegando apresuradamente a
su fin, la realidad nos golpea con fuerza y los ánimos y espíritus
se encrespan enturbiando el pensamiento, las lealtades en estas
situaciones siempre son circunstanciales, efímeras e interesadas y
prestas a abandonar el barco al menor atisbo de dificultades, los
oportunistas están al acecho.
Se esta dando una situación muy paradojal que
puede resultar altamente peligrosa.
Estamos enfrentando la crisis con una alta
inflación reprimida que están tratando de controlar con demasiado
gradualismo por otra parte están disminuyendo la emisión monetaria
(correcto) y paralelamente subiendo las tasas de interés para
retirar circulante con el fin de disminuir la inflación, esto
encarece el crédito y achica el consumo, dificulta el
desenvolvimiento de la Pymes, consecuentemente estamos reduciendo la
generación de empleo, las Economías Regionales angustiadas por la
realidad que dilata sus apremiantes necesidades.
También están tratando de sincerar las tarifas de los servicios
públicos quitando subsidios, pero esto también con una gradualismo
que es discriminatorio ya que grava por igual a los más necesitados
con los que más pueden. Ahora ya vienen las paritarias con reclamos
salariales muy difíciles de acordar. Los jubilados librados a su
suerte ya que sus necesidades mínimas no son atendidas Cuidado que
estamos tratando de enfrentar la realidad dilatando la agonía.
Para lograr y armonizar todo esto hay que tener una muy espacial
capacidad de equilibrio, sensibilidad y ecuanimidad. El Gobierno
Nacional debe ya dejar de ocultar la verdad sobre la herencia reciba
y poner las cartas sobre la mesa e informarnos que encontraron,
quienes son los responsables, llevarlos a la justicia y bloquearles
sus bienes. El justo castigo es el mejor ejemplo.
Aquí si vale recordar a W. Churchill cuando en el momento más
dramático para Inglaterra durante la segunda guerra al dirigirse al
pueblo ingles le dijo que solo podía ofrecerles sangre sudor y
lágrimas, y así solo con la verdad afrontaron con fortaleza,
entereza, comprensión y valentía el temporal. Con toda honestidad
intelectual decimos todos somos responsables, todos debemos aportar
nuestro conocimiento, trabajo y voluntad de colaborar, en razón de
todo esto reaccionemos, “porque de buenas intenciones esta
empedrado el camino al infierno”.
Diego Lo Tártaro
Presidente de IADER