Ya están presentando y votando los partidos
políticos cuales serán sus candidatos a ocupar la presidencia,
vicepresidencia y gobernaciones, definido esto comenzaremos a asistir
a las usuales componendas de la política, los políticos se van a
sumergir en las turbias y sucias aguas de la discusión por la
integración de las listas a diputados, senadores y concejales, los
partidos con posibilidades de ser gobierno también ya están en la
disputa por los cargos públicos ejecutivos.
En el mientras tanto nosotros los ciudadanos que
somos quienes trabajamos y pagamos impuestos, obreros, empleados,
maestros, artesanos, agricultores, profesionales, Pymes, resultamos
ser simples espectadores de esta oculta y despiadada disputa de
poder, influencias y dinero. ¿Planes de gobierno? No por favor eso
es anatema. Así como una alegre comparsa carnavalesca muchos de
ellos eternos inútiles, mendaces y corruptos comenzaran a desfilar
por los medios como si estuvieran en “Bailando por un sueño”.
No podemos quedarnos como convidados de piedra,
somos los electores, somos quienes tenemos el poder de decisión que
es el voto, entonces advirtámosle que lo vamos a usar como una
verdadera arma de selección, que si pretenden excluirnos, ignorarnos
o engañarnos tenemos en última instancia el poder de la
desobediencia civil, el arma que los pueblos desoídos por sus
gobernantes, históricamente usaron siempre con resultados que
cambiaron el rumbo y el destino de sus países y en algunos casos del
mundo y vayan como ejemplos dos casos emblemáticos: Cuando los
colonos norteamericanos disfrazados de indios en el denominado
“motín del te” tiraron al mar el cargamento de te de tres navíos
ingleses el resultando fue el precedente para la guerra de la
independencia, el otro, una serie de desatinos en la conducción
económica en la Francia de los Borbones sumado a la ausencia total
de sensibilidad social de la corona, derivo en un alza desmedida del
precio del pan esto fue la mecha y el combustible que encendió la
Revolución Francesa.
Estamos inmersos en una de las más largas y
peores crisis vividas, que tiene alcances no solo en lo económico
sino también en la destrucción de las estructuras sociales,
educativas, de salud, de seguridad, pero fundamentalmente de
desconfianza y descrédito en las instituciones. De que forma
quienes hoy se disputan el gobierno piensan encarar este colosal
embollo, no lo sabemos, pero la gran incógnita es: ¿Ellos lo
saben? o solo están una vez más guitarreando, para luego si ganan
recién ahí verán que hacen, como lo hacen, con quienes lo hacen
y en que tiempos lo hacen. O no hacen nada total ellos ya se
salvaron, los náufragos somos nosotros.
No podemos seguir jugando a los dados con nuestro
futuro, el de nuestros hijos y nietos, son décadas de una
ininterrumpida decadencia, que a su paso dejo más miseria, más
desocupados, más quebrados, millones de niños sin educación y sin
futuro, miles y miles de jubilados a quienes se les acelero la
muerte, pero como contrapartida a este dantesco cuadro un conjunto
de Bancos, Laboratorios, empresas prestatarias de los servicios
públicos, en su mayoría extranjeras y especuladores financieros
argentinos y extranjeros acumularon usurarias ganancias durante años,
saqueándonos a todos nosotros, que con total impunidad y ausencia de
controles transfirieron al exterior.
¿Puede ser que continuemos con la misma actitud
de indolencia que es la que nos llevo al abismo en la que hoy nos
encontramos? No podemos continuar en el autismo, se traspasaron
todos los límites. Estos desordenes en las conductas de las
sociedades pueden derivar en acciones incontrolables que
desequilibran el orden social.
Para que podamos evaluar con total objetividad tanto a este gobierno
como al anterior debemos tener el suficiente equilibrio mental y
emocional que nos permita despojarnos de todo sentimiento, de
simpatía o rechazo, nuestro diagnostico solo debe ser el resultado
del frío análisis de números y hechos.
Hoy toda la ciudadanía esta contemplando el gran
sainete en que convirtieron los políticos lo que debía ser el mayor
logro de la república que es la libre elección de sus gobernantes.
Esto se transformo en la manifestación más explicita del egoísmo,
descaro y falsedad que pueden ofrecernos los candidatos.
Hoy Cristina Fernández con total candidez y
descaro se presenta como candidata a la vicepresidencia cuando solo
nos puede ofrecer volver a un pasado corrupto y corruptor con tantas
cuentas pendientes con la justicia ya acumuladas que no vele la pena
contabilizarlas. La secunda la legión de impresentables que creímos
terminada.
El Presiente Macri pretende la reelección, pero
olvida que defraudo la fe publica, nos mintió con la inflación de
un digito, con la pobreza, cero, con el aluvión de inversiones, con
la generación de más empleo, con racionalizar la administración
publica, con la reforma tributaria y de la legislación laboral, con
la recuperación de las economías regionales, nada de todo ello se
realizo, pero si se incremento irresponsablemente la deuda externa.
En definitiva el gran cambio prometido solo resultó el gran fracaso
que dejo más retroceso, más pobreza, más de todo lo malo que
heredó del gobierno de Cristina Fernández, pero aún más
transformo en endémica la pobreza y la corrupción, ya que esta
ultima continuo subyacente y oculta, que se efectivizo a través de
los manejos financieros con el dólar, tasas de interés y títulos
públicos que se hicieron durante su mandato. Hoy nos ofrece
continuar con la misma metodología y equipo de desguase que esta
terminado con la Argentina,
Finalmente la tercera vía o el centro como
falsamente se quieren definir, que resultan ser un conjunto de
políticos sin rumbo definido que están expectantes a quienes les
ofrecen más, eso si no se venden solo se ofrecen en alquiler. Por
otra parte siempre integraron los elencos estables de todas las
parodias de los diferentes gobiernos sin distinción de color
político.
Resumiendo: Pedimos que se fueran todos, pero se quedaron todos,
esta es la tragedia argentina.
¿Que nos quedo? Frustración, desorientación,
temores, penas, dudas, mucha bronca, mucho dolor y mucha más
pobreza. Todo esto encubre una violencia subyacente reprimida que
puede eventualmente hacer crisis en hechos no deseados.
¿Que esperamos? Un giro copernicano en todas las áreas de gobierno,
que nos devuelva la grandeza perdida de los comienzos del siglo XX.
¿Con Quienes? Con políticos sin prontuarios, sin cuentas
pendientes con la justicia, que puedan demostrar fehacientemente,
honradez, idoneidad, que hablen y actúen con la verdad.
Llego la hora de que los políticos que hoy se
candidatean a ocupar cargos públicos reitero demuestren un pasado
limpio, que escuchen que: ¡El Pueblo Quiere Saber! y ¿Qué Quiere
Saber el Pueblo? Efectividades conducentes como muy bien decía
Hipólito Irigoyen, ¿Y Cuales Son? Programas de gobierno
integrales que abarquen todas las áreas de Gobierno, que expliciten
y divulgan estos proyectos para que podamos analizarlos, estudiarlos,
debatirlos y así mejóralos o rechazarlos Que entiendan una vez por
todas que: ¡Queremos Saber! ”, Que tienen la obligación de
informarnos que es nuestro derecho conocer: que planes de gobierno
tienen, que colmaron nuestra paciencia, no debemos ni podemos
renunciar a estos derechos, de lo contrario continuaremos transitando
este oprobioso sendero de decadencia que con indiferente resignación
fuimos aceptando. Que los políticos que entiendan y asuman del
hastió que la población tiene con ellos y con su manera de hacer
política.
Finalmente debemos asumir y tener presente que se
agotó la paciencia de todo un pueblo, que los desocupados y con
hambre son legiones que están gritando su angustia, que niños y
ancianos claman por sus derechos, que debemos detener la quiebra de
más Pymes, que debemos salvar a nuestras economías regionales, que
llegamos al limite, que de continuar así sin ser oídos,
inadvertidamente pueden producirse hechos y acciones por nadie
deseadas. Reitero estos conceptos porque es inadmisible que en un
país como el nuestro con todas las extraordinarias ventajas
comparativas que ofrece estemos como estamos. Tengamos presente que
cuando los pueblos se cansan de ser esquilmados por los corruptos,
ineptos y soberbios, el cielo truena, se desatan las tormentas, y el
riesgo es terminar en un régimen autoritario a la venezolana, o un
dictador como Putin, esto seria el epilogo de la tragedia, No
olvidemos la historia esta llena de estos ejemplos. Recordemos al
Papa Francisco cuando dijo “Hagamos Lío”, solo así seremos
oídos, respetados y acatadas nuestras demandas. ”. Llego la
hora del pueblo y “El Pueblo Quiere Saber”.
Diego Lo Tártaro Presidente IADER