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Como resultado de la visita de dos semanas que realizó un equipo del Fondo Monetario Internacional (FMI) para llevar a cabo la consulta del artículo IV de 2017, en el contexto del paquete de medidas que lanzó el Ejecutivo después de las elecciones, el organismo concluyó que “acelerar las reformas contribuiría a mitigar las vulnerabilidades”.
Se refirió a que “la caída de la inflación ha sido más lenta de lo esperado y en vista de los significativos influjos de capitales, el tipo de cambio real se ha visto presionado al alza” y que “el fortalecimiento de la demanda interna ha contribuido a ahondar el déficit en cuenta corriente, en tanto que el elevado déficit del gobierno general ha producido un rápido aumento del endeudamiento en moneda extranjera, incrementando las necesidades de financiamiento externo”.
El organismo, que prevé un crecimiento de 2,75% del PBI este año y 2,5% en 2018, está conforme con las políticas aplicadas desde el inicio del gobierno de Mauricio Macri, ya que indicó que “Argentina está volcada a una transformación sistémica de la economía”, según declaró Roberto Cardarelli, el líder del equipo que visitó Buenos Aires, en un comunicado.
Y avaló las reformas que encara el Ejecutivo: “La reforma impositiva propuesta por las autoridades constituye un buen paso hacia la reestructuración del ineficiente sistema tributario argentino”.
Y opinó que la reforma laboral “contribuiría a reducir la informalidad, promover la igualdad de género” y que “la flexibilización de la jornada laboral y la adopción de políticas laborales activas pueden contribuir a aumentar las posibilidades de empleo para todos los trabajadores”.
Consideró necesario “acelerar” esas reformas porque advirtió que “la inflación se mantiene persistentemente elevada, previéndose que retrocederá poco a poco”.
Y destacó que “está bien orientado” el plan del gobierno de reducir el déficit primario a 2% del PBI en los próximos dos años, basado en recortes de los subsidios económicos y el compromiso de las provincias a reducir su déficit a un 0,75% del PBI.
“No obstante, un ordenamiento fiscal más profundo permitiría reducir en mayor medida las tasas de interés reales, aliviaría la presión alcista a la que se encuentra sometida el peso, eliminaría el financiamiento monetario del déficit fiscal con mayor rapidez, anclaría mejor las expectativas inflacionarias, y mitigaría las vulnerabilidades que generaría un repentino endurecimiento de las condiciones de financiamiento externas”.
Finalmente, sugirió “avanzar más en la reforma del lado de la oferta promovería un crecimiento vigoroso, sostenido y equitativo”. Y pese a felicitar a las autoridades por las medidas adoptadas para reducir la burocracia, indicó que “aún queda margen para eliminar las barreras al comercio, a la inversión y al ingreso de empresas al mercado, así como para corregir prácticas empresariales que lesionan la competencia”.
La comitiva mantuvo reuniones con las autoridades del Ministerio de Hacienda, de Finanzas, del Interior y del Banco Central, además de con representantes del sector privado.
Sobre la base de las conclusiones preliminares de esta misión, el personal técnico elaborará un informe que, una vez aprobado por la Gerencia, será presentado al Directorio Ejecutivo del FMI para debate y decisión. Y que se estima se divulgará en seis semanas.
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