En línea con el aumento estacional de la demanda de dinero, y enun intento por asegurarse que los bancos tengan liquidez suficientepara canalizarla hacia las Leliqs, el Central flexibilizó los encajes apartir de julio.
Con tres medidas concretas, el organismo monetario les quitó presión a las entidades para cumplir con el cómputo de efectivomínimo, en un mes en que la necesidad de dinero del públicosiempre aumenta.
La normativa, que se aprobó la semana pasada y fue oficializada através de la Comunicación A 6719, libera encajes por lasoperaciones con tarjeta de crédito; introduce un cambio técnicoque les da más previsibilidad a los bancos en su manejo diario deefectivo; y unifica el cómputo de julio con el de agosto y el dediciembre con el de enero.
Tanto en julio como en diciembre, históricamente hay másdemanda de efectivo por el pago de aguinaldo, las vacaciones y elvencimiento de algunos impuestos que deben afrontar lasempresas, lo que hace que aumente el circulante.
De hecho, el programa inicial de crecimiento cero de la BaseMonetaria que diseñó el Central con el Fondo MonetarioInternacional autorizaba aumentos de la meta en ambos meses(6% en diciembre y 2,45% en julio), justamente por laestacionalidad.
Además, el año electoral le suma un ingrediente. Esta vez, en elmercado descuentan que parte de la demanda de dinero -como elaguinaldo, por ejemplo- terminará volcándose al dólar, un clásicorefugio ante la incertidumbre de los comicios.
El objetivo de todo esto es uno: que esa mayor demanda de efectivono quite fondos que hoy las entidades colocan en Leliqs y evite queel organismo monetario tenga dificultad para seguir colocando susletras (o se vea obligado a aumentar la tasa para seguirabsorbiendo pesos).
"La medida tiene lógica, ya que el BCRA debe mantener la meta decrecimiento cero de la Base Monetaria, que en julio aumentaestacionalmente. Eso, de alguna manera, le saca liquidez a losbancos y sin esta medida ellos deberían reducir su tenencia deLeliqs", explica Hernán del Villar, titular del Estudio Alpha, quienestima en unos 30.000 millones de pesos la demanda extra dedinero de este mes.
"Con esto, el Central favorece la liquidez de las entidades para notener que entrar en una puja de tasa por el efectivo. Y, quizá, hastapodría mantener la tendencia bajista de tasas", agrega.
El economista, uno de los que analiza con lupa las variables delsistema financiero, esperaba que esta flexibilización de los encajesse diera antes. Porque el BCRA de alguna manera tiene quecompensar el efecto que genera el aumento de circulante, uno delos dos componentes de la Base Monetaria.
Los cambios, punto por junto"Creo que no lo hicieron antes porque los bancos en junioestuvieron bien de liquidez. Básicamente, porque se dio una nuevacaída del crédito", sostiene.
En concreto, la nueva normativa introduce tres cambios parareducir la presión de la demanda de dinero sobre los bancos, y porende, sobre su capacidad de colocar pesos en las letras del Central.
- La primera excluye del cómputo de efectivo mínimo a las"obligaciones con comercios por las ventas realizadas mediante lautilización de tarjetas de crédito y/o compra" desde el 1 de junio, cuando antes sólo era válido para las operaciones hechas en unpago.
Este punto le aporta mucha más liquidez a los grandes bancos, queson los más activos en el mercado minorista y en las operacionescon tarjeta de crédito.
"Esto me libera pesos, y a las entidades más grandes, mucho más. Antes teníamos que encajar las compras que se hacían en cuotascon tarjeta y ahora, ni esas ni las de un pago", explica el gerentefinanciero de una entidad local de segunda línea.
- El segundo punto de la normativa es un cambio técnico, pero queles aporta más previsibilidad en su manejo de efectivo. Además, ayuda al BCRA en su tarea de absorber dinero.
En rigor, dispone que a partir del 1° de julio "la exigencia deefectivo mínimo en pesos se determinará a partir del promedio delos saldos diarios de las obligaciones comprendidas registrados alcierre de cada día durante el período anterior al de su integración".
La clave en este punto es que antes, el cálculo de lo que los bancosdeben integrar como encaje se hacía teniendo en cuenta el mes encurso, con lo cual iba variando día a día.
"Hasta ahora, la mínima diaria la tomábamos con la promedio delos depósitos del mes en curso y con esto la podemos hacer con ladel mes anterior. Eso nos da mucha previsibilidad en el manejo denuestra caja porque el segundo día ya tenemos un número fijo paratodo el mes", explica el jefe de la mesa de un banco local. Lo únicomalo que puede causar, agrega, es que si el último día del messalen muchos fondos por los depósitos quedan con una exigenciamuy alta para cumplir y sin caja.
En concreto, en los primeros días de julio el área contable de cadaentidad saca el promedio de los saldos diarios de junio y ya definecon exactitud cuánto es lo que deben integrar en julio, que este añovuelve a computarse junto a agosto.
"Anteriormente, la exigencia se modificaba en la medida en queentraban o salían depósitos, ahora queda fija todo el mes. Con locual, si entran depósitos voy a estar trabajando con una exigenciavieja y no voy a tener que integrarlo; si me sacan depósitos voy atener que integrar más de lo que tenía el mes anterior", agregandesde la mesa de dinero.
A absorber pesos
Para Fabio Rodríguez, director de la consultora M&R Asociados, este punto también apunta a que los bancos absorban el aumento de circulante que estacionalmente se da en julio a través de una mayor integración en las cuentas corrientes que tienen en el BCRA.
La Base Monetaria tiene dos componentes: el circulante, queincluye a todos los billetes y monedas que hay en el sistema, tantoen poder del público como de las entidades; y la cuenta corrientede éstas en el BCRA.
Según la lectura de Rodríguez, como los depósitos están creciendoy los bancos van a poder usar la exigencia del mes previo, va a sermenor la integración que tengan que hacer en las cuentascorrientes que tienen en el BCRA.
"Eso va a compensar el aumento del circulante", sostiene eleconomista, con vasta experiencia en el sistema financiero, tantode un lado del mostrador, cuando fue asesor de Martín Redrado enel Central; como del otro, cuando entre 2008 y 2010 integró eldirectorio del Provincia.
"Si no sacaba esta medida iba a haber presión por la mayordemanda de efectivo, ya que sí o sí iba a migrar plata de los bancoshacia el circulante y lo iba a tener que absorber el BCRA", aseguraRodríguez. "Con esto, las propias entidades son las que absorbenesta mayor demanda", agrega.
El economista destaca que esto no sólo contribuye a que el Centralpueda seguir con su ritmo de emisión de Leliqs, sino más que nadaa cumplir con su meta de Base Monetaria, que, como recuerda, sealcanzó "con lo justo" en el último mes.
"Mayo cerró con una ingeniería que migró depósitos públicos deun lado a otro y, además, liberó encajes no remunerados para quelos bancos suscriban Leliqs", comenta.
Según explicaron en su momento, cuando el directorio decidió hacer mensual el cómputo que hasta ahí abarcaba a los meses dediciembre, enero y febrero, buscaban "conseguir un control másestricto de los niveles de liquidez del sistema financiero, acorde ala política monetaria restrictiva que viene llevando adelante elBCRA tendiente a intensificar el proceso de desinflación".- En el tercer punto de la normativa, en tanto, el BCRA unifica elcómputo de efectivo mínimo de julio con el de agosto y el dediciembre con el de enero del próximo año. Se trata de una medidaque había sido implementada en 2005, cuando Fabio Rodríguezasesoraba al entonces presidente del organismo monetario, y queen 2017 eliminó Federico Sturzenegger.
Ese cambio, creían, "evitaría movimientos abruptos en los nivelesde liquidez durante los meses en cuestión, aportando un mayorequilibrio que contribuirá a los objetivos del programa monetario".
El fatídico "28D" no impidió comprobar si la medida hubiese tenidoefecto o no, ya que la injerencia de la Jefatura de Gabinete sobre elBCRA socavó la poca credibilidad que venían construyendo yterminó arrastrando a todas las variables financieras.
Vuelve el cómputo bimensual
Con el cómputo trimestral, o bimensual, como será ahora, se evitapresión en el mercado de dinero por la exigencia de efectivomínimo y se tiene un mayor margen para cumplir con el BCRA.
En su momento, como explican en la mesa de dinero de unaentidad extranjera, lo que buscaban era evitar saltos en las tasasdel sistema,mayormente en el call. Ahora, lo que quieren es quelos bancos no se queden sin pesos disponibles para poner en lasletras del Central.
"Hoy por hoy, es para que podamos ir a Leliqs, porqueposiblemente me podría quedar en rojo todo julio, que me de lacaja, y en agosto levanto todo lo que hice en julio", explican desdela mesa de ese banco.
Con todo esto, el organismo monetario pretende que esta vez lademanda de dinero no le juegue una mala pasada, después dehaberla subestimado en los cálculos que hizo en los primerosmeses del año.
Si la domina con la ayuda de esta medida, conseguirá que losbancos sigan activos en las subastas de Leliqs, que no se frene latendencia bajista en la tasa y que no afecte el cumplimiento de sumeta de Base Monetaria de julio.
iprofesional