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No luche contra los Bancos Centrales Nueva sesión de máximo en las bolsas europeas

Nuevos máximos en las bolsas europeas tras el periodo vacacional por Semana Santa, en una jornada más que muestra la fortaleza de la tendencia alcista del mercado de valores del viejo continente: Eurostoxx 50 +1,32% a 3.764 puntos. Ibex 35 +0,74% a 11.720 puntos. Los valores que más suben del selectivo ArcelorMittal, Repsol y Ferrovial.

El cierre alcista de Wall Street del pasado viernes así como hoy en las bolsas asiáticas, animaban a los inversores europeos a tomar posiciones a la espera de losdatosmacro del sector servicio.

Estos estuvieron cerca de lo esperado por el mercado, con un PMI en marzo de 54,2 frente 54,3 esperado. Por países una vez más Irlanda era el que presentaba la mayor cifra, seguido por España que alcanzaba un máximo de 2 meses. El dato en Francia decepcionó.

Chris Williamson, economista jefe de Markit y encargado de elaborar estos datos señalaba: Todavía no se sabe a ciencia cierta si la economía de la zona euro se ha acelerado lo suficiente como para gozar de un retorno a un crecimiento más fuerte y sostenible, pero sin duda alguna la región está señalando su mejor ritmo de crecimiento desde 2011. Los nuevos pedidos recibidos están aumentando al ritmo más fuerte desde la primavera de 2011, y las empresas están respondiendo a la reactivación de la demanda a través de la contratación de personal a un ritmo no visto desde hace tres años y medio.

Estos datos del sector servicios refuerzan las lecturas del sector manufacturero y dibujan un escenario económico europeo optimista para los próximos meses. Los inversores lo celebraron con un incremento de la presión compradora en los activos de riesgo, y los ascensos en las bolsas superaban el punto porcentual tras las primeras dos horas de contratación.

En esos momentos se publicaba el dato de los precios de producción industrial de la zona euro en febrero que subían un 0,5% mensual frente el +0,1% esperado, reduciendo así los temores a un escenario deflacionista y animando de nuevo las compras.

Positiva también la subasta de deuda española que alcanzó el importe estimado de colocación y a tipos cero en sus Letras a seis meses. Éxito financiero que sin duda mejorará la economía del país en los próximos meses.

Respecto al otro factor de incertidumbre, la crisis griega, hoy una sesión sin excesivas noticias. Fuentes de la UE comunicaron que mañana se reunirá una comisión de trabajo de la zona euro para tratar el tema, aunque no comunicaron la agenda de trabajo. Por otro lado, el vicecanciller alemán Sigmar Gabriel, afirmaba querer que Grecia se mantuviera en el euro, aunque a día de hoy "no veía claro cómo iba a conseguirlo". Clara amenaza al país heleno que entra en un periodo crítico. El gobierno del país ha afirmado que se quedará sin efectivo este miércoles, y que necesitará más fondo de sus acreedores.

De cualquier forma, nada de esto parece importar al mercado que sigue con su tendencia alcista imparable -por ahora-, e incrementando la sobrevaloración que presentan algunos activos.

Juan Carlos Ureta Domingo, presidente de Renta 4 Banco, lo explicaba perfectamente en su nota matinal: La complicada situación derivada de la ruptura de la burbuja de crédito, que alcanzó su punto extremo en otoño de 2008 tras la quiebra de Lehman, podría hacer pensar en un escenario complejo de inversión, en medio de una economía de crecimiento débil, en la que persisten elevados niveles de deuda y en la que muchos de los comportamientos y de las políticas aplicadas para salir del estancamiento económico recuerdan a los que hace siete años se decía que habían sido los causantes de la crisis.

Sin embargo, los inversores pueden olvidar por completo esas complejidades y optar por un esquema de inversión sencillo que viene funcionando de maravilla, sobre todo a partir de verano de 2012. Se trata, simplemente, de apostar por los activos de riesgo, y de esperar a que suban bajo el efecto de las sucesivas políticas de estímulo monetario no convencional puestas en marcha por los Bancos Centrales.

La última etapa de esas políticas está siendo la compra de bonos (QE) por el Banco Central Europeo, y los efectos en los activos de la zona euro ya son visibles. Quien apostó hace un año o hace unos meses por comprar bonos soberanos periféricos, sin mirar demasiado a los fundamentales del Tesoro emisor, está ya ganando mucho dinero, salvo en el caso de Grecia, si bien no hay que descartar, más bien lo contrario, que los bonos griegos sean la próxima apuesta de riesgo amparada por el BCE. Igualmente, quien apostase a principios de este año por la renta variable de la zona euro, olvidando los riesgos del caso griego o la peligrosa tendencia a la deflación en la zona, ha tenido también su premio. El Dax alemán y el Mib italiano han subido un 22% en el primer trimestre de 2015, nuestro Ibex el 12% y el Eurostoxx el 17%. No está nada mal para un solo trimestre.

Esto lleva a los inversores a una conclusión simple pero muy efectiva, que consiste en comprar activos de riesgo siguiendo la sugerencia explícita de los banqueros centrales. La vieja idea de no luchar contra el Banco Central (dont´t fight the Fed) sino más bien ponerse de su lado adquiere así un significado mucho más proactivo, el de anticiparse al Banco Central.

Al fin y al cabo, las políticas monetarias de estímulo no son nada nuevo, ha habido precedentes de devaluación monetaria masiva, como el abandono sucesivo del patrón oro en los años treinta del pasado siglo, cuando tras la decisión de Inglaterra en 1931, EE.UU. optó también por el abandono en 1933 y luego, ya en 1935 y 1936 fueron los países del llamado "bloque del oro" (Francia, Bélgica, Holanda, Suiza) los que finalmente rompieron la vinculación de sus divisas con el oro. Esas decisiones pusieron suelo al deterioro económico de la Gran Depresión, pero el verdadero crecimiento no vino hasta después de la Segunda Guerra Mundial.

Hoy la economía es diferente, y vivimos el fenómeno de la globalización y de la revolución tecnológica como motores del crecimiento, pero las estrategias monetarias de estímulo se parecen mucho a las de aquella época y a las que, más recientemente, pusieron en práctica Greenspan y Bernanke entre 2001 y 2007, sin ir más lejos. En 2008 todos criticaban a Greenspan como el causante de la burbuja de deuda, hoy es el ejemplo a seguir. La clave de que el modelo finalmente funcione es que la economía real, no solo la financiera, responda a esos estímulos monetarios y empiece un ciclo de crecimiento. Y eso es algo que todavía debemos ver.