Las recusaciones del juez Claudio Bonadio (quien pidió se apartado por Cristina Fernández), y la del fiscal de cámara Germán Moldes se resuelven esta semana. Se verá entonces si avanza y cómo lo hace el pacto de impunidad que ideó el Gobierno.
Las batallas en Comodoro Py son arduas. Pero, ¿está o no sellado el acuerdo entre el cristintismo y los jueces?
Esta semana se verá si avanza y cómo. Dicen que los jueces Rodolfo Canicoba Corral y Ariel Lijo ya habrían sellado un pacto con Julio de Vido, Julián Álvarez, el Secretario de Justicia y Juan Martín Mena, el Subsecretario de la flamante Agencia Federal de Inteligencia, para que la implementación de la reforma procesal penal se demore en la justicia federal hasta el año que viene y que empiece por la justicia ordinaria.
Sin embargo, Jorge Ballestero, Eduardo Freiler, Canicoba y Lijo no representan a todo el fuero federal, hay quienes como German Moldes y el juez federal Claudio Bonadio, que tiene en sus manos la causa Hotesur y la posible citación de Máximo Kirchner, actúan en solitario.
Bonadio, cuya recusación tiene que decidir casación, podría llegar a que, si lo desplazan de la causa, renuncie.
Ayer la sobrina de la presidenta de la Nación y titular de la empresa Hotesur, Romina Mercado, insistió con el apartamiento de Bonadio.
El planteo fue realizado ante la Sala Primera de la Cámara de Casación, integrada por los jueces Gustavo Hornos, Luis María Cabral y Ana María Figueroa, que ahora deberá determinar si ratifica o aparta al magistrado federal.
La defensa de Mercado, a cargo del abogado Carlos Beraldi, expresó: "Lo que más me preocupa es que el juez dice encontrarse apenado, afectado por este conflicto y esa posición hace que quede automáticamente descartada la posibilidad de intervenir en el proceso. Si es una víctima no puede intervenir".
El planteo fue acompañado por la fiscal ante la Casación Gabriela Baigun, quien coincidió en la necesidad de apartar a Bonadio.
"A la "sociedad le interesa saber si la Presidenta de la Nación cometió o no los hechos y por ende se requiere actuar con un estricto apego a las normas constitucionales", sostuvo Baigún, quien puso en duda que Bonadio reúna esas condiciones.
Por otra parte, la recusación que la doctora Graciana Peñafort, abogada de Héctor Timerman, interpuso contra el fiscal de cámara Moldes, es otra maniobra para sacarlo de juego.
Recordemos que Moldes debe apelar ante Casación la decisión de cerrar la denuncia de encubrimiento del atentado a la AMIA contra Cristina Fernández, Timerman y otros, tomada por la sala I de la Cámara.
Esta semana comenzarán a verse los movimientos. De acá al miércoles se decidirían ambas recusaciones. También así se empezaría a conocer así cómo evoluciona el pacto de impunidad que el cristinismo busca con Comodoro Py.
El mes pasado se conoció que el gobierno nacional estaba intentando manipular la Justicia negociando impunidad con jueces y fiscales de los tribunales federales de Comodoro Py. El objetivo era sellar una tregua con todos los magistrados que sea posible y por un plazo determinado: el 10 de diciembre próximo, día en que expirará el mandato de Cristina.
En ese marco, Rodolfo Canicoba Corral y María Servini de Cubría serían los dos jueces más "amigables" con el cristinismo.
Los expedientes que comprometen directamente a la Presidente, esto es, la denuncia por encubrimiento a terroristas que realizó el fallecido fiscal Alberto Nisman y la pesquisa sobre la sociedad Hotesur, por lavado de dinero, con Máximo Kirchner y Lázaro Báez como primeros actores, serían los que encabezan la lista de preocupaciones.
Sin embargo, el plan sería acordar una tregua con el mayor número posible de jueces y fiscales de Comodoro Py, y aislar a los más díscolos, entre los que figura, claro, Moldes a quien le habrían ofrecido impulsar el pliego para juez de su hijo, para "tentarlo". Pero la respuesta habría estado lejos de ser la mejor: "Hagan un cucurucho con ese papel y métanselo en el orto".
De ahí fue que pasaron entonces a la ofensiva, y lo recusaron en la denuncia contra la Presidente por presunto encubrimiento.
Moldes no fue el único. Contaron que el fiscal que impulsó la denuncia de Nisman contra la Presidenta, Gerardo Pollicita, recibió una llamada de Canicoba Corral. El juez le avisó que "los muchachos K" estaban dispuestos a tirarle con un "carpetazo" si apelaba el veloz desistimiento de esa denuncia que firmó el juez federal Daniel Rafecas. Pollicita apeló igual.
Dicha apelación resultó avalada por el fiscal de Cámara, Moldes, quien opinó que no podría clausurarse una denuncia de semejante gravedad –que derivó en una muerte misteriosa– sin hacer alguna de las 46 pruebas que solicitó Pollicita.
Nadie se preocupó en el kirchnerismo sobre los jueces Eduardo Freiler y Eduardo Farah, de la Cámara. Tendrían posición tomada en contra y a favor de la apelación. La incógnita era Jorge Ballestero, aunque la diputada del PRO, Laura Alonso, anticipó que su voto sería favorable al Gobierno.
Y así fue. Desestimó en segunda instancia la denuncia por encubrimiento a Irán que el fiscal Nisman había presentado cuatro días antes de morir. El juez argumentó en su dictamen que la presentación carecía de delito.
Dicen que sobre ese magistrado habrían convergido muchos influyentes. Entre otros, dos empresarios hoteleros amigos de Daniel Scioli.
Hace una semana, Moldes presentó su recurso de apelación para que sea revisada la decisión de los dos camaristas de la Sala I de la Cámara Federal de desestimar la denuncia de Nisman.
La decisión de la Cámara de Casación Penal está pendiente y estimada para mañana sobre la inconstitucionalidad que la misma Sala I de la Cámara Federal dictó contra el Memorándum de Entendimiento. Allí las posturas (por ahora la de los jueces Juan Carlos Gemignani y Luis Cabral) no estarían definidas. Pero la posibilidad de que el pacto sea declarado constitucional derrumbaría, quizás definitivamente, el presunto encubrimiento denunciado por Nisman. En esa dirección trabajan también los misioneros K en la Justicia.
Cerraría un "feliz" cuadro, a los ojos de Cristina, que la muerte del fiscal Nisman quede caratulada como suicidio. O, si fuera imposible, que se extravíe en las tinieblas. La fiscal K Cristina Camaño ya lanzó barbaridades en contra del fiscal muerto. Habrá que ver cuánto la fiscal Viviana Fein puede resistir la previsible embestida oficial. Y cómo jueza Sandra Arroyo Salgado, ex esposa de Nisman, sobre quien el ultra K Carlos Kunkel ya pidió licencia, consigue consolidar sus pruebas y argumentos.